sábado, 7 de agosto de 2010

CONSTRUIR UNA RECLINADA TRABAJANDO SOBRE SEGURO.

Aunque la informática nos provea de potentes programas de diseño o recurramos al viejo dibujo en papel para diseñar nuestras reclinadas, nada parece sustituir al viejo método de la prueba y el error.
De hecho, los errores cometidos en nuestros primeros intentos, son los que después nos impulsan a construir otras reclinadas donde se subsanen los defectos de las anteriores.

  “Es verdad que dibujando primero se hacen buenos diseños... pero también hay que corregirlos luego...”
Eso es lo que sostiene Enrique Alberto Demarchi (Venado Tuerto- Argentina), cuya opinión se respalda en varias bicicletas reclinadas construídas, una tricicleta y varios tandem fabricados con sus propias manos.
Enrique es dibujante profesional pero, sin embargo su oficio solo lo utiliza en una etapa inicial de cada proyecto como para “visualizar” su próxima reclinada.
Abocado actualmente a la construcción de varias reclinadas 26-26 a pedido de un amigo, Enrique utiliza el viejo método de la prueba y el error que puede ser útil para quiénes estén pensando en embarcarse en proyectos similares.
En este caso, la “plataforma de prueba” utilizada fue una bicicleta montaña de doble suspensión a la que se le quitó el caño horizontal.
Al cuadro original se le soldó un caño de 38 mm con el objeto de atornillar el asiento y permitir bajar unos centímetros la base del mismo.

“La altura del asiento me quedó a los 68,5 cm... no lo puedo bajar más, pero si en el próximo cuadro... pero no más de 3 o 4 cm”.
“El asiento –cuenta Enrique- lo construí en fibra de vidrio previa confección de una matriz ”.
También le fue soldado en el frente un caño telescópico donde colocar la caja pedalera a la altura correcta.
Al tener la reclinada suspensión delantera el diseño debe contemplar el recorrido de la rueda cuando sube y baja por la horquilla sin chocar con los pedales.
“Dejé el estem original al cual le agregué una extensión con un caño curvado y un manubrio a gusto”.
"Remplacé las ruedas originales por llantas de doble pared y neumáticos nuevos”.
"En cuanto al caño del descarrilador de la caja pedalera, aún no lo coloqué, -cosa que a Enrique no le preocupa demasiado, ya que normalmente  usa el plato de 48 incluso para andar viento en contra.
“Ahora – nos cuenta- lo que me queda es conservar las medidas obtenidas del conejito de indias y luego plantear y hacer un cuadro más limpio y estético sobre todo lo experimentado...”

Los dibujos marcan el arranque del sueño, luego vendrán los caños, las soldaduras, las correcciones hasta llegar al producto terminado.

A primera vista, éste método puede parecer laborioso, pero es indiscutible, que utilizándolo ,es posible ponerse a salvo de los dolores de cabeza provocados por errores de diseño que nos pueden arruinar el trabajo, el tiempo y el material invertido en nuestro proyecto.
En el caso de Enrique, el método es aún más justificado, ya que de los resultados obtenidos de “su conejito de indias” saldrán las reclinadas definitivas.
"Cuando tenga los primeros modelos terminados construidos para un amigo sureño te hare llegar las fotos de como quedó el proyecto final pasado en limpio..."