domingo, 20 de junio de 2021

Marcos Pizzio: El “PEREZOSO” DE LA RECLINADA.

 


Cuando pasa con su reclinada deja una estela de comentario. Algunos quedan inconclusos por la sorpresa y otros terminan arrancando sonrisas cómplices o gestos insondables. 
Algunos de eso comentarios da origen al título de este post, así que tendrán que leer hasta el final para entenderlo. Marcos Pizzio (44), es profesor de filosofía, licenciado en Pedagogía Social y diplomado en Desarrollo y Liderazgo Comunitario. Vive en Concordia (Entre Ríos) y aunque no recuerda cuando vio por primera vez una bicicleta reclinada, aquí nos cuenta su experiencia de auto construcción.

¿Sos ciclista aficionado?

-Me gusta la bici desde chico, de hecho, con uno de mis primeros sueldos me compré una bici, pero no soy deportista en cambio me encanta acampar, estar en contacto con la naturaleza y aprender.

¿Cómo fue el proceso de construcción de tu reclinada?

-Gracias al acompañamiento de Enrique Demarchi me largué a construir una reclinada tracción trasera. En general todo fue un proceso lento, ya que antes de dar un paso lo pensaba mucho, lo analizaba de un lado, del
otro, hasta que me largaba a avanzar. Cuando lo consulto respecto a la parte más difícil de construir de su bicicleta Marcos reconoce que fue el asiento.


¿Por qué elegiste el manillar bajo el asiento?

-Cuando compartimos los largos chats con Enrique Demarchi, él me mandaba imágenes, y me llamaron la atención que había reclis con el manillar arriba y también otras con el manillar por debajo del asiento. Supuse que sería más cómodo el manubrio inferior, así que opté por hacerlo así. Aún no he manejado una recli con el manubrio arriba, por lo tanto no tengo como hacer la comparación.



¿Cuál fue el método de soldadura que utilizaste?

-Utilicé una soldadora inverter y electrodos de 1,5 y 2,5 mm. Al consultarlo sobre la parte más complicada de la construcción, Marcos hace referencia a una de las piezas más características de la reclinada; su asiento.




¿Para qué utilizas tu reclinada?

-A la recli la hice pensando en una bici para todos los días y todos mis usos, la utilizo para pedalear a diario, hacer mandados, ir a trabajar y pasear. 


Sabedor de las reacciones que provocas cuando vas en reclinada le pregunto ¿que te dicen conocidos y extraños cuando te ven en la bici?

-Las reacciones son de las más variadas, los niños en general son más espontáneos y realmente me divierten mucho, les cuento una anécdota de hace unos días.

-Voy saliendo de mi casa y en la vereda se había formado una fila para el cajero automático del Banco de la esquina. Dos mellicitas y su hermanita mayor miraban con extrañeza la reclinada. Cuando hube cerrado la puerta no me aguanté y les dije: “Una adivinanza: tiene dos ruedas y pedales, ¿qué es?”.
Sus padres se sonreían mientras las niñas seguían recorriendo con sus ojitos la recli sin responderme nada. Se reían, se miraban, les repetí la adivinanza y nada… Ya en la calle, me subo y antes de arrancar las saludos con la mano y una de las melli me grita “se va a caer!”, lo cual provocó la risa de todas las personas que presenciaron la escena.

 


-Y otra anécdota: paseaba con una de mis hijas por la costanera de mi ciudad cuando escucho una voz infantil femenina que decía: “mamá! mirá qué perezoso!”, seguimos pedaleando y volví a escuchar: “qué perezoso!”.
 

NOTA DE REDACCIÒN. Agradecemos a Marcos su buen humor y disposición de compartir sus experiencias con nosotros. Recientemente él ha iniciado un blog sobre bicicletas reclinadas al cual le damos nuestra calurosa bienvenida. Lo llamó DIARIO DE RECLINADA (¿será un homenaje a esa película de 2004, (Diario de Motocicletas?). El caso es que se abre otra ventana en la web por la que  otros interesados pueden asomarse al mundo de estas bicis. Les dejo su dirección y los invito a que lo visiten.https://diariodereclinada.wordpress.com/