jueves, 17 de febrero de 2011

PROLÍFICO CONSTRUCTOR DE RECLINADAS.

Gustavo Rodriguez protagonista de esta nota (a la derecha) y Luis Schmeil que también tuviera su paso por nuestro blog, en un viaje a la ciudad de Luján.
Gustavo  conoció las bicicletas reclinadas por el camino más doloroso. Un accidente de tránsito le lesionó un hombro y el médico tratante dictaminó sin vueltas que debía olvidarse de andar en bici.  Desde allí se embarcó en una búsqueda alternativa que terminó en su actual pasión, las reclinadas.


Gustavo, que habita en la ciudad de Lanús Oeste en la provincia de Buenos Aires recuerda;
-"Hace dos años y medio que vengo haciendo estas bicicletas que me apasionan. Empecé cortando un cuadro viejo y hoy estoy haciendo mi sexta bicicleta reclinada que ésta ves va a ser una lowracer".
Cuando lo consulté respecto al destino de su “producción”, Gustavo me explicó: "por ahora tengo dos reclinada, la naranja rodado 20 y la roja con suspensión rodado 26.
Lo que hago es vender los cuadros a medida que voy haciendo otra bicicleta".


Con semejante “producción” me intrigaba como se las arreglaba para armar sus reclis,  a lo que respondió; “esto me resulta sencillo ya que cuento con el lugar y las herramientas para hacer las bicis. 
Al principio me complicaban un poco las soldaduras, pero una ves que le agarré la mano todo fue mas sencillo". 

LOS CUADROS
-"Con respecto a las medidas de los caños, te comento que son en su mayoría de 1 1/4 pulgada. Eran caños que ya tenia en mi casa, pero ahora uso caños de 1 1/2  le dan mayor rigidez al cuadro".

LOS ASIENTOS.
-"A los asientos los hago con planchuelas de metal y luego les sueldo unas varillas laterales para que no se deformen y finalmente los tapizo".  


La 20-20 fotografiada en Puerto Madero -Buenos Aires.

LA MIRADA AJENA.
También quise saber cuál es la reacción de los bonaerenses cuando lo ven tripulando sus creaciones, a lo que Gustavo respondió; las reacciones de la gente por lo general son muy buenas. Siempre se acerca alguien para tomarme una foto o para preguntarme si soy extranjero. 


"A veces hay algún que otro ciclista tradicional que le cuesta aceptar que hay una forma mejor de hacer ciclismo, pero gracias a las bicicletas reclinadas conocí a mucha gente y he creado nuevas amistades.
Igual –confiesa Gustavo- todavía no me acostumbro a ser el centro de las miradas".
Finalmente, este inquieto reclinado argentino termina diciendo, cuando termine la bici lowracer te prometo que te mando fotos (conmigo arriba).
¡Felicitaciones Gustavo ¡ y quedamos a la espera de la terminación de tu último trabajo.