Por: Sandro Rivero
En el Uruguay de Ángelo (66) diríamos que es de esos tipos que se dan “maña para todo”.
En España,
por las mismas habilidades, lo llamarían un “manitas”.
Perteneciente
a una generación donde se aprendía a hacer de todo, Ángelo Vettor, recuerda haber construído su casa y también aprendido a soldar entre otras cosas. Tiempo después llegaría la fabricación de reclinadas artesanales de las que nos ocuparemos ahora.
-“Construí
mi primera reclinada en el año 2012”- recuerda Ángelo.
El primer
modelo nació de unas partes de viejas bicicletas con la cual comenzó a
experimentar con la construcción de reclinadas y el disfrute de las mismas.
En los modelos que siguieron, perfeccionó detalles de la original, pero manteniendo algunas características a lo largo de
toda la gama.
Ángelo
inspira sus creaciones en la legendaria Relámpago P38, por lo
que es común en sus bicicletas la
sencillez y el bajo peso.
El cuadro de una de sus reclinadas en la mesa de soldadura. En cada nueva reclinada se ajustan detalles que mejoran la anterior.
Una de las reclinadas de Ángelo apostada frente al Castelo del´Ovo (1128) (Castillo del huevo), emplazado en el golfo de Nápoles. Allí cuenta la leyenda napolitana, que Virgilio escondió un huevo mágico en los cimientos del castillo. Sin ese huevo la fortaleza se destruiría y Nápoles sufriría catástrofes irremediables.
Sus asientos, construídos con caños soldados los fabrica con poco ángulo de inclinación, lo que lo coloca en una posición más erguida que sin
duda lo ayuda en el pedaleo al momento de hacer frente a las subidas en los caminos de montaña.
Las cajas
pedaleras de sus reclinadas son soldadas a un tubo sin regulación, ya que la
posición del ciclista se ajusta corriendo el asiento.
-“Al momento
de hacer una reclinada todos los detalles son importantes –dice Angelo. –“Hay
que hacer todo con paciencia y realizar muchas pruebas antes de soldar”.
Una de las últimas creaciones de Ángelo. Una llamativa 20-20 dotada de suspensión en los dos ejes.
En algunos casos, Ángelo usó el rodado 20 con una horquilla con amortiguación que coloca los pedales a una buena distancia del suelo.
Cuando fabricó cuadros utilizando tubos de acero cromo molibdeno los mismos resultaron ser ligeros y fuertes y han llegado a pesar 9 kg.
Cuando pregunto
a Ángelo, por qué utiliza las bicicletas reclinadas, este laborioso napolitano, destaca la comodidad de las reclinadas y la ausencia de dolores en cuello, espalda y próstata
como los principales razones para usarlas.
Disfrutando de sus tres pasiones, las bicicletas reclinadas, la naturaleza y la fotografía.
Este reclinado italiano, parece haber logrado conjugar el pedaleo cómodo en sus bicicletas, con los largos recorridos por los hermosos paisajes de Sicilia a los que retrata con otra de sus pasiones...la fotografía.
Disfrutando de sus tres pasiones, las bicicletas reclinadas, la naturaleza y la fotografía.
Este reclinado italiano, parece haber logrado conjugar el pedaleo cómodo en sus bicicletas, con los largos recorridos por los hermosos paisajes de Sicilia a los que retrata con otra de sus pasiones...la fotografía.
Aunque no ha
emprendido viajes de cicloturismo, me cuenta que suma alrededor de 8000 km a bordo de sus reclinadas.
Aquí se lo ve pedaleando por los caminos de Sicilia en el Parque Nacional de Cilento. ¡Gracias Ángelo! por sumar tu experiencia al blog, ¡hasta pronto!
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