martes, 28 de diciembre de 2010

LA ALINEACIÓN DE UNA RECLINADA.

Con el deseo que pueda ser de utilidad para algún futuro reclinado y aprovechando que estoy construyendo una reclinada 26-26 de tracción delantera, me propongo compartir algunos detalles del trabajo de alineado del cuadro. Este proceso (uno de los más lentos e importante de la construcción) evitará que tu reclinada no te depare sorpresas desagradables cuando la eches a andar.
El proyecto inicial tuvo que ser cambiado. La suspensión trasera aumentaba sustancialmente la distanciaba entre ruedas, por lo tanto, la eliminé, pasando a una reclinada corta, sin suspensión pero más maniobrable.
La nueva versión tiene 105 cm entre ejes, 54 cm a la base del asiento y el eje del pedalier (dependiendo del largo de piernas  del ciclista) estará a 68 cm del suelo. Como se observa, el caño que soporta el respaldo del asiento aún no lo he cortado, mientras no tenga definida la ubicación final de los anclajes del asiento.

Antes que nada, debes tener claro para que quieres la reclinada y que tipo de bici construirás.
Como en toda elección y según lo que elijas (low racer, recli larga, corta,etc, etc) conseguirás algunas cosas y perderás otras (como en la vida), pero una vez que tengas claras las virtudes que quieres disfrutar en tu recli, estás listo para hacer el siguiente paso, diseñar tu futura bicicleta.
Si tu reclinada será de acero (como la mayoría) y utilizará partes bicicletas viejas (horquillas, caja pedalera, etc, etc) y algunos caños nuevos, será necesario que consigas alguna estructura donde juntar, alinear y soldar las partes correctamente.
ALINEACIÓN
 La alineación permitirá entre otras cosas:
-Que tu reclinada pise con las dos ruedas en una misma línea sin que muestre tendencias a “tirar” a los costados.
-Que la base del asiento quede horizontal respecto al suelo al igual que el manillar.
-Que la cadena se aliñe entre el plato y el piñón y sin tocar sectores del cuadro o  impidiendo  que engranes algunas coronas del piñón.

Para ese entonces ya tendrías que  tener definido el circuito que recorrerá la cadena para que no tenga obstáculos. Una cadena, cuantos menos desvíos tenga menos energía desperdiciará.  Que la barra de dirección (en que caso de la dirección sobre el asiento) quede perfectamente vertical.
EL BANCO  DE ALINEACIÓN
“El banco de alineación” puede fabricarse sobre una mesa de madera, banco de trabajo o alguna estructura metálica que te permita mantener las piezas en su lugar mientras las sueldas.
En mi caso, un simple tubular metálico ha servido para las reclinadas que he construido hasta ahora.   En él  sueldo dos ejes de bicicleta puestos a la distancia que tendrán en la reclinada, lograrádo que ambos ejes queden horizontalmente alineados


Es recomendable nivelar el “banco” utilizando un nivel de albañil.
Eso facilita la comprobación de la verticalidad de aquellas  partes del cuadro que lo necesiten,(la horquilla delantera, caja de dirección o el caño que soporta el respaldo del asiento).
Esta comprobación habitualmente se hace utilizando una plomada o una escuadra metálica como se ve en la foto, pero también se puede conseguir fijando al banco alguna regla que defina la vertical.


No descarto ningún otro método de alineación que los materiales o la inventiva de cada constructor puedan  crear.
Aunque la minuciosidad te retrase, la terminación de la reclinada, es recomendable tomarse el tiempo.
Es muy desagradable terminar las soldaduras del cuadro y darse cuenta, que el mismo no quedó alineado y que hay que desoldar para corregir el producto del apresuramiento.
Otro ejemplo de como se puede encarar el alineado del cuadro utilizando un banco de madera.
LA SOLDADURA.
Como es sabido, el calor que genera la soldadura, (cualquiera sea el método que utilices, dilata el metal y al dilatarse suele “tirar” o “mover” (como se dice en la jerga de los soldadores). Cuando eso ocurre se, “tuerce” la alineación que pretendíamos  tener antes de comenzar el trabajo.
Es recomendable comenzar el armado uniendo las partes mediante “puntos de soldadura”.
En caso de un caño de sección redonda o cuadrado, 4 puntos de soldadura colocados estratégicamente nos “inmovilizarán” la pieza para que no se desaliñe.
Cuando tengamos todas las partes ensambladas y comprobemos que no hubo modificaciones,(incluso haciendo la inspección a ojo) puedes proceder a terminar las soldaduras.
Un equipo de uso doméstico será suficiente para hacer la tarea.

Si estamos soldando con máquinas eléctrica tendrás que tener en cuenta algunos aspectos.
El grosor de la pared del caño que estamos soldado y la potencia que utilicemos.
Si utilizamos máquinas con mucha potencia, un breve descuido nuestro terminará por agujerear el caño.

Poner especial atención para que debajo de nuestras soldaduras no quede depositada la “escoria” que recubre el electrodo.
Si eso ocurre, la soldadura “aparentemente perfecta” puede quebrarse con el peso y a la presión del uso.

En tal caso, es recomendable soldar con precaución, en pequeños tramos y limpiando bien con un cepillo de alambre para dejar al descubierto pequeñas fisuras.  
Ante la duda, de si una soldadura ha quedado bien, es preferible amolar la misma y volver a soldar.
Si por la ansiedad de terminar el trabajo no lo haces, te sorprenderás pensando en "esa soldadura" cuando encares una fuerte bajada o exijas tu reclinada.
Reconozco que éste proceso de alineado y soldadura demanda tiempo y paciencia, pero finalmente tendrás tu recompensa.
Cuando tu reclinada se muestre dócil y sin vicios desagradables en su andar, lo disfrutarás como nadie. Primero por viajar en una reclinada y segundo por ser producto de tu dedicación e ingenio.