miércoles, 28 de septiembre de 2011

Construcción amateur: RECLINADA URBANA 20-20


Muchas veces los restos de bicicletas arrumbados en un rincón de la casa son disparadores  de proyectos para aquellos que vemos en las reclinadas como oportunidades imperdibles de poner en marcha nuestra  creatividad.
Eso le pasó a Gonzalo Falconi, un reclinado ecuatoriano que vive en Quito y que aquí me cuenta detalles de su nueva reclinada urbana.
En octubre de 2009 también publicaba un artículo “reclinado en mitad del mundo” que hacía referencia a su historia personal y a otra de sus creaciones en dos ruedas.

En su correo Gonzalo dice , -“quería compartir contigo unas fotografías de la nueva reclinada que fue construída bajo mi diseño y dirección. Se trata de aquella que te comenté, intenté dotarla de características especiales, pero que, a la postre falló, (contratiempos -agrego yo- del que muchos constructores tenemos nuestra propia experiencia).

 Gonzalo Falconi:"hasta la fecha ha recorrido satisfactoriamente 831,4 Kilómetros en la ciudad de Quito".

-Por esta circunstancia, además de los platos delanteros, cuenta con un juego de cuatro catalinas ubicadas hacia el centro de la bicicleta, de los cuales, el cuarto recibe la potencia de pedaleo originada en la parte delantera y los tres restantes la reenvían hacia los piñones posteriores.



La zona de la Catedral Metropolitana de Quito (Ecuador), uno de los lugares  para disfrutar a bordo de una reclinada.







El vehículo –señala Gonzalo- cuenta con rodados de veinte pulgadas; tiene 1,75 metros de longitud y su distancia entre ejes es de 1,38 metros. La base del asiento está ubicada a 0,53 metros desde el nivel del suelo y la altura máxima del espaldar del asiento llega a 1,16 metros. La altura desde el suelo al punto más alto de pedaleo es 0, 795 metros.
Las catalinas de reenvío del trabajo generado están ubicadas a 0.775 metros, medidos desde las similares delanteras. 



"Fotografía captada en la Plaza de la Independencia, en la que consta mi sobrino Andrés al mando de la chooper reclinada y contigua a ella, el último engendro construido, las cuales, a la postre, pese a que hay unas seis u ocho bicicletas reclinadas de manufactura artesanal, son las únicas que operan sin dificultad todo el año".

La amortiguación:
Dispone además de amortiguadores delanteros y de uno adicional ubicado un poco antes de la rueda trasera, que hace las veces de soporte del espaldar del asiento.
La sección delantera y el generoso asiento que brinda confort a los recorridos de Gonzalo por la ciudad de Quito.

Al igual que cualquier reclinado que recién ha dado a luz una nueva creación, Gonzalo me cuenta, “el equipamiento de la bicicleta todavía debo mejorarlo, ya que en la parte delantera tengo dos platos de origen chino, provenientes de una bicicleta infantil; los similares ubicados hacia el centro del vehículo son taiwaneses, en tanto que los piñones, cadenas,  desviadores y frenos son Shimano, de manufactura japonesa.


"Ese intento constructivo funcionó defectuosamente y al final hubo que descartarlo porque si bien la desmultiplicación propició un vehículo veloz, la distancia entre las catalinas y los piñones colocados hacia el centro de la bicicleta resultó insuficiente para su operación normal y tenía frecuentes disfunciones. A esta particularidad me refería cuando aludí, en forma genérica, a la intención de dotar al vehículo de 'características especiales' y al final abandono del proyecto".


El cuadro
Olvidaba referirte que el vehículo se construyó uniendo una bicicleta plegable cuya bisagra estaba rota, con una bicicleta infantil completa que permitió proporcionarle la forma que tiene el cuadro y, a la vez, dar nueva vida a los vehículos que sirvieron de base. Las dos cadenas que se emplean miden en total 3, 93 metros de longitud.

La bicicleta, en la versión actual, fue construida en la primera quincena del mes de enero de este año y hasta la fecha ha recorrido satisfactoriamente 831,4 Kilómetros en la ciudad de Quito.

Gonzalo Falconi /Quito/Ecuador