lunes, 18 de enero de 2016

Joan Miró: ENTRE LA MUSICA Y LAS RECLINADAS.

No recuerda ni cómo ni cuándo conoció las bicicletas reclinadas, pero hoy en Zaragoza construye y disfruta sus propias creaciones. Joan (53) que se desempeña como profesor de música, enseñando flauta dulce en el conservatorio profesional de su ciudad, recuerda haber tenido unas 40 bicis a lo largo de su vida pero hoy se plantea si vale la pena acumular tantas bicicletas tradicionales después de haber disfrutado sus reclinadas.

-No recuerdo bien cómo conocí las reclinadas-me dice Joan-, si recuerdo que hará unos cinco años vi una en RECICLETA, el taller donde suelo comprar mis cositas para bicis.
En esa oportunidad me pareció muy estrafalaria y no me atreví a probarla.
Luego no sé cómo empecé a pensar en ellas, busqué y desde RECICLETA me pusieron en contacto con Carlos de OKOCICLE en Madrid.
Fui a verle, me trató super bien y me dejó probar tres bicis, con toda suerte de explicaciones. Ahí decidí que yo quería una, pero me parecía mucho dinero comprar una industrial.
Buscando por internet apareció tu blog y pensé que esta era la solución más fácil, además me gusta mucho el trabajo manual y montar y desmontar bicicletas. Mi hándicap es que no puedo soldar, me gustaría aprender, pero en mi casa no puedo.

Armando la recli…
-En RECICLETA me lo pusieron muy fácil -dice el profe.
Entre otras cosas, ellos compran bicis usadas y algunas de ellas que no están en condiciones de revender las tiran, entre ese material es donde he encontrado las piezas para mis experimentos.
He procurado comprar lo mínimo necesario. Así es que en éste año mas o menos he cortado unas ocho bicicletas para construir las mías.


Empecé construyendo al estilo Cruzbike, que me pareció lo más fácil, y han sido así mis dos primeras bicis, la primera, la blanca, y una negra, con ruedas de 700, que al poco tiempo desmonté.
Cuando consulto a Joan sobre cuál es la parte más difícil de sus proyectos me dice, que lo más difícil le ha resultado construir los asientos.

-Los construyo con madera, porque puedo hacerlo en casa y tengo las herramientas adecuadas.
En un tiempo hice instrumentos musicales de cuerda y aún conservo las herramientas.
Los dos asientos que me quedan los he probado en las tres bicis, ahora estoy reconstruyendo el segundo, el de barritas de madera, para hacerlo un poco más cómodo. El segundo problema gordo es sujetar el asiento de una manera segura, estable y fácil de desmontar para el transporte de la bici.


Cuando los demás te ven.

Joan tomando la calle Asalto en Zaragoza, luego de visitar la tienda de bicis RECICLETA

Cuando le pregunto a Joan por la reacción de los zaragozanos cuando lo ven en sus calles me dice; éstas no son bicis para tímidos. En Zaragoza no conozco otra, me han dicho que hay una de carretera pero no he tenido la suerte de encontrármela.
Aquí te miran, gritan, se ríen (lo que me encanta), se burlan, los menos y sobre todo te paran para preguntar dónde la has comprado, o si es cómoda o peligrosa.


-He hablado con un sin fin de personas e incluso un par de ellos me pidieron probarla, lo que hago encantado si no tengo prisa.
Creo haber recorrido todas las tiendas de bicis que conozco en Zaragoza y me ha sorprendido la poca curiosidad sobre lo que llevo. De unas 12, sólo 2 han mostrado interés o me han preguntado respecto a mi bici, el resto ignorancia e incluso desprecio, curioso.
Aquí uso la bici para casi todo, pasear todos los días, hacer la compra, ir a trabajar, y casi siempre voy con la reclinada. De hecho empiezo a preguntarme para qué quiero las otras cinco bicicletas.


Ventajas
Cuando lo consulto sobre los pro y los contras de andar en reclinada Joan me dice, las ventajas de la reclinada son evidentes, mucho más cómoda (no duele nada de lo que me dolía antes), más rápida en llano y bajada y yo creo que más segura en caso de accidente. De momento no he tenido ningún encontronazo, sólo me he ido al suelo al parar y resbalárseme el pie al estar el suelo mojado.


Contras

-Algún inconveniente. Es más larga para moverla en parado y subirla y bajarla de casa. Es más difícil de transportar en coche, bus o tren. De hecho me gusta mucho el ciclismo de alforja y he partido como base varias veces desde Pamplona, que está en una zona preciosa, pero para eso hay que coger tren o bus. Tengo pendiente el asunto de conseguir que la bici sea fácilmente desmontable para meterla en una bolsa de viaje, algo que no lleve más de 15 minutos. En la reclinada 1, la blanca  es más fácil, porque se desmonta a nivel del triángulo trasero con facilidad, me falta el sistema rápido para poner y quitar el sillón. En mi coche, por ejemplo, la reclinada 3, la negra, no me cabe entera de ninguna manera, tendría que quitarle el pedalier.



En cuanto a esta última, que es la que uso ahora, me costó mucho decidirme a hacerla, porque compré una bici nueva y nada más comprarla empecé a cortarle piezas.
De momento el desguace no ha sido muy grave y se podría revertir el proceso, pero si me animo a poner el manillar por debajo de las piernas voy a tener que cortar la tija de la dirección de manera irreversible.
Esto aún está en estudio, pero creo que el manillar por lo bajo me gusta más y además la bici parece más pequeña. Lo de comprar para romper no va mucho con mi filosofía, pero el precio de esta bici estaba muy bien ya que llevaba años en la tienda sin venderse.


"Las curvas" de la Biba Bike Provoca a cualquier reclinado que la ve, a que ponga manos a la obra y la convierta en una bicicleta reclinada.

-Lo que no entiendo es por qué ya que me parece una bici fantástica para lo que es: es una BIBA BIKE, bici de carga fabricada en Barcelona España y que funcionaba muy bien.


Ahora ya casi no me da pena haberla modificado. Y ya tenía el tubo delantero donde he colocado el pedalier, la parte más difícil de hacer sin soldadura.

Tracción trasera
Creo que me gusta más la tracción trasera porque es más fácil de dirigir, de arrancar y no derrapa de delante como pasa con la otra de tracción delantera.


La de tracción delantera al arrancar en tierra o en subida derrapa por lo que supongo que por eso la mayoría de las reclinadas son de tracción trasera.
El local de Recicleta, en la calle Asalto - Zaragoza. 


Agradecimientos

-Me gustaría hacer un especial agradecimiento dice Joan- a RECICLETA (para mí la mejor tienda de bicis de Zaragoza) y su fabuloso equipo de trabajadores que me han soportado y ayudado en montones de cosas.



También al taller CICLOFACTORÍA que me prestan ayuda y asesoría. 

Para Joan desde aquí, nuestro agradecimiento por haber compartido sus creaciones con los lectores del blog y a seguir dividiendo la vida entre la música y las reclinadas.
Sandro Rivero

domingo, 10 de enero de 2016

ESOS LOCOS BAJITOS QUE SE RECLINAN

Llegan corriendo entre risas por la vereda salpicada de sombra que da la arboleda de la calle donde vive Enrique.
Tocan su puerta y dicen, “¿señor, nos presta las bicis para dar una vueltita? Y allá va Enrique Demarchi a “despertar” las reclinadas que tiene en su taller, para que los chicos, que los fines de semana están libres de la escuela puedan disfrutarlas.
Una a una van asomando de la “nursery” de reclinadas” que tiene Enrique en su taller.
Así aparece la reclinada con dirección bajo el asiento que la toma Luis, la que no tiene  suspensión  que le gusta a Diego, “y a mí deme la azul grita Alejandro”.

 Al rato Enrique ve rodar sus creaciones frente a su casa tripuladas por esos” locos bajitos”.
Vienen y van mientras le descubren los trucos a las reclinadas.


Pensar que estos chicos tienen el raro privilegio de conocer y disfrutar en su niñez, de un tipo de bici, que otra gente se muere de viejo sin conocerlas.

Y no es que eso sea trascendente, pero al menos el conocerlas, les hubiera revolucionado las neuronas, pensando que algo tan  simple y tradicional como una bicicleta podía tener una forma distinta de disfrutarlas.
Hace uno años cuando descubrí estas bicicletas, desde aquí –Uruguay-, yo veía la ciudad de Enrique (Venado Tuerto- Argentina), como la meca de las reclinadas.

Allí varios constructores hacían sus máquinas, salían a pedalear juntos e intercambiaban ideas y proyectos. 
Hoy Enrique me dice , del grupo original solo quedo yo.
-Tengo 6 bicis en uso de las 8 reclis casi completas que guardo en casa, más 4 o 5 en construcción sin terminar.
-Podría hacer una carrera si junto todas... y sumo 2 más con la de Fernando y Cristian que están ahí guardadas.
-No toda la gente se sube a este tipo de bicicleta- comenta Enrique- y yo suscribo esa apreciación.
No todos están dispuestos a ser juzgados por andar en una reclinada.


En contrapartida, la gente de Venado Tuerto ve pasar como todos los días a Anahí recorriendo las calles de la ciudad haciendo sus tareas diarias.

Anahí pedalea un trike especial que le fabricó Enrique y con el cual se le ensanchó el mundo que hasta entonces su limitación física había reducido bastante.
Ella es una promotora diaria y silenciosa de esa “otra forma” de andar en bici.
Creo que proponer una idea intermedia como las scooters-bikes o los triciclos tipo DELTA, donde la caja pedalera está detrás de la pequeña rueda delantera, podría ser una opción intermedia para que el salto de la bici común a la recumbent no sea tan radical a la mirada del común de la gente. 

En la Argentina, Gad trikes tiene aceptación con sus triciclos recumbentes y Hi Bent produce muy buenos diseños desde no hace mucho tiempo... creo que el futuro no esta lejos pero todavía hay que esperar que este nuevo paradigma en bicis se instale.
Cannondale con asistencia eléctrica

En el mercado internacional, hay empresas de distintos países con marcas reconocidas, que están ofreciendo recumbents y semi recumbents como Giant y Cannondale).

Korea y China también fabrican estos productos y creo que estos últimos, van a ser los que terminarán imponiendo la modalidad en busca de vender sus creaciones.


Allí dejamos a Enrique Demarchi, diseñador gráfico, pintor, inventor y constructor de reclinadas compartiendo sus “criaturas” con las nuevas generaciones.
La vida es como el mar Enrique, hay veces que nos apoya arrimándonos personas que descubren las mismas cosas y al mismo tiempo que nosotros, y otras veces, nos deja solos para probar nuestras convicciones o para mostrarnos otras orillas adonde desembarcar.

En fin… nada se pierde todo se transforma y ahora la semilla ya está plantada. Solo queda esperar…reclinado.

Ya que le "robé" parte del título de este post al maestro Joan Manuel Serrat, también les dejo aquí esta hermosa canción.