viernes, 10 de mayo de 2013

Antoni Escudero Costa: UN VIAJERO RECLINADO


Encontré su blog "Bici reclinada, cróniques en dues rodes -recumbent -veló couché" buscando información sobre las reclinadas.
Esta página, que es en realidad un libro de viajes profusamente ilustrado, me llevó a contactarlo. Amablemente este catalán, residente en Barcelona y afecto a los viajes en bicicleta, accedió a compartir su experiencia reclinada y algunas fotos de sus viajes.

A.Escudero
-"Es una auténtica lástima -comienza diciendo Antoni- de no estar mas cerca y contar con un compañero como tu para compartir viajes o simplemente el placer de pedalear y mantener tertulias de cómo se ve el mundo desde una reclinada.
Empecé a ir en 1986 con bicicleta de montaña cuándo apenas en Catalunya (Barcelona) se veían bicicletas de este tipo. 


Antoni a bordo de su OPTIMA Dragón
En 1992 empecé a buscar algo diferente pues ya me aburría de ir sólo por los caminos o encontrar compañeros que su único afán era el de competir constantemente.
Bastante hay con competir en el día a día cómo para que haciendo deporte no aprovechar para saborear el paisaje la arquitectura, las gentes..... Encontré entonces una "choper" italiana por catálogo, que fue un fracaso por su estructura, peso, etc., y en el 2004 pude probar mi bicicleta actual en Barcelona y vi claramente que esta podría satisfacer mi manera de hacer deporte, conocer a gente y muchos lugares desde una óptica muy muy diferente.
Empecé a salir en el 2005  (La Gandula es cómo la llamo) a mi  reclinada y yo llevamos casi 22.000 kms.



Entreno casi a diario pocos kilómetros y los fines de semana me dedico a hacer puertos de montaña, lo que te permite prepara las piernas y la fuerza mental para todo lo que salga después.


En el campo de Marte y al fondo la Torre Eiffel de la capital francesa.
La ventaja de la reclinada es que con su posición puedes hacer jornadas de 7 u 8 horas y cuándo terminas no te duele nada, nada...y continúas teniendo ganas de hablar con la gente, o subir al castillo de dónde paras a dormir, o pasear por las calles del pueblo dónde vas a dormir.... Después de 10 o 12 días pedaleando continúas manteniendo la misma curiosidad  que el primer día , puesto que tu cuerpo y tu mente siguen pletóricos.

La única desventaja es que solo trabajan las piernas y.....la cabeza. Por eso entreno 30/40 minutos entre semana y el fin de semana pongo la bicicleta dentro del coche y voy a escalar un puerto de montaña y hacer un poco de turismo...en especial castillos románicos.
Ya estoy esperando a que llegue el verano para hacer una ruta de unos 15 días.
Un abrazo Sandro!!!

P/D: A veces la gente cuándo me ve me dice que tal como voy sentado parece que esté en el sofá de casa, pero que me falta la televisión; yo les digo que la televisión está delante de mi...la perspectiva visual de las reclinadas no la tiene ninguna otra bicicleta.

"La Gandula"  en medio de un camino de montaña. 
...viajaréis en silencio, absorbiendo como esponja los sonidos, los aromas  y los aires del camino, y al atardecer, te sentará solo y en silencio para agradecer la belleza del paisaje que cobijará tus sueños de trashumante.