sábado, 15 de junio de 2013

Bruno Gastellier: EL MAESTRO DE LAS BICICLETAS RECLINADAS

Por: Sandro Rivero
El 28 de enero de 1951 Bruno Gastellier nació en Bukavu en la República Democrática del Congo, sin imaginar entonces, que 62 años después la vida lo encontraría radicado en Bélgica y enseñando a fabricar bicicletas reclinadas.
Pero felizmente esa es hoy su realidad. Vive en las cercanías de la ciudad de Tournair, vecina  a la frontera fracesa donde disfruta de largos paseos en sus bicicletas reclinadas, "mi mayor placer es viajar a lo largo de ríos y arroyos" dice este verdadero difusor de la cultura reclinada en Bélgica.

Encontré su blog por casualidad y me resultó tan interesante que decidí escribirle para ver si accedía a una entrevista vía e-mail.
Amablemente accedió a contestar mis preguntas pidiendo tomarse algunos días para responder mis interrogantes. 
Cuando llegaron sus repuestas, me enteré que Bruno conoció las bicicletas reclinadas hace 10 años, pero que recién en 2007 decidió fabricar su primer prototipo. Fue entonces que cortó en varias partes el cuadro de su bicicleta tradicional para convertirla en reclinada.
Bruno en plena "tarea doscente"

Parece que les gustó ¿no?
Desde entonces como si fuera un maestro, enseña y ayuda a fabricar bicicletas reclinadas a aquellos que se muestran interesados en explorar el mundo de estas bicis.
Hoy en día señala que ya son 57 las reclinadas que se han construido en su taller o siguiendo las indicaciones que él brinda en su página.
Diariamente Bruno trabaja en el área de mantenimiento de una institución de niños con problemas, y en su tiempo libre ofrece generosamente a todo aquel que le interese, a que prueben las reclinadas de su propiedad (3) para que se familiaricen con esta forma de hacer ciclismo. Una vez vivida la experiencia, esas personas tal vez decidan  fabricar sus propias bicicletas. 
Bruno probando una de sus reclinadas, "todas funcionan muy bien, es un placer usarlas".
Uno de los tantos aspirantes a reclinados que Bruno recibió en su casa publicó en la red, “ en 2009 me puse en contacto y quedamos de encontrarnos en su casa. Me quedé impresionado por su bondad y calidez. Cuando llegamos ya tenía pronta una de sus bicicletas reclinadas que se ajustaba a mi tamaño, porque telefónicamente ya me había preguntado mis características físicas.
Visitamos su taller mecánico y su tienda de accesorios. En el primero se corta, se suelda, se pule, se perfora y colocan tornillos, mientras que en el segundo están los moldes para fabricar los asientos de fibra de vidrio y donde además se pintan las reclinadas.
Es una alegría encontrar gente capáz de compartir su pasión  con un extraño, libre y desinteresadamente”, termina diciendo ésta persona.
Cuando habla de las virtudes de las reclinadas, Bruno destaca la aerodinámica de éstas máquinas, tienen un mejor manejo sin dolores y la beneficiosa posición del ciclista favorece la buena circulación de la sangre en todo el cuerpo (y por lo tanto es mejor para la salud),  sumado a que es posible hacer recorridos más largos y placenteros que con otras bicicletas.
Las distintas partes de una reclinada recién pintadas y prontas para volver a armar y disfrutar.
Bruno se inclina por diseños de reclinadas que no ofrezcan complicaciones
 para aquellos que quieran hacer sus primeras experiencias como constructores, optando en casi todos sus modelos por la dirección bajo el asiento, para las cuales utiliza la parte trasera de un cuadro de bicicleta tradicional soldado a un caño generalmente recto que oficia de cuadro. Otras partes como el pedalier también son cortados de los cuadros tradicionales para que formen parte de las futuras reclinadas.


Los tensos momentos de una principiante al iniciar el arranque en una reclinada... 

El relajado disfrute cuando descubren que cualquiera es capaz de andar en una bicicleta reclinada. Las comparaciones con una bicicleta tradicional serán inevitables y no se harán esperar.

Al consultarlo acerca de esta preferencia por los manillares bajo el asiento contesta, “siempre hice bicicletas reclinadas con el manillar bajo el asiento porque con eso se gana mayor comodidad. No me gusta el manillar alto. Para los viajes largos los manillares bajos son muy cómodos más manejables. Contrariamente a lo que muchos suponen, Bruno explica que “me he dado cuenta que las personas aprenden más rápido con los manillares bajos.
Esta "curvilínea" reclinada es una de las que utiliza Bruno en sus salidas. Es palpable la prolijidad así como la esbeltez del diseño. 

¿Cuáles son los consejos que brinda comúnmente a quienes quieren hacer su primera reclinada?
-Empiezo diciéndoles que antes de construir procuren reunir todos los componentes y accesorios necesarios y que la primera bicicleta sea una con rodados 20-26, tan simple como sea posible. El asiento para mi es la parte mas importante de una reclinada, en el hay que poner mucho cuidado y dedicación. A pedido de sus lectores en su blog Bruno muestra como construirlos, incluyendo plantillas con el perfil del asientos según la estatura del ciclista, como hacer el molde y que materiales utilizar en las distintas capas de fibra de vidrio. Luego –continua - y aún sin pintar, deben montar su reclinada al menos 300 km, si todo está bien, entonces se desmonta y se pintar todo. Después de una semana de secado tendrán una hermosa reclinada que funcionará a la perfección, así que  cuidado y paciencia.
Bruno se muestra muy satisfecho con la repuesta de sus discípulos y dice, “ a menudo recibo correos de la gente que se contactó conmigo y que me cuentan de sus logros con las reclinadas que ellos mismos fabricaron…eso me llena de satisfacción".

Así que ya saben, si alguna ves visitan Bélgica y cercanos a alguno de sus apacibles canales ven pasar un reclinado, salúdenlo, tal vez sea Bruno Gastellier …el maestro de reclinadas.