
Resuelto a reencontrarse con lo que dejó hace años, tomó sus ahorros, metió en el freezer por 6 meses su trabajo de maquinista en una sala de cine de Madrid, y a bordo de una bici todo terreno está recorriendo el país.
Sin mucha logística y sin plazos perentorios que apuren su pedaleo, Alvaro Cardozo a tomado su viaje como lo dicta las "biblia" no escrita del cicloturista; disfrutar del paisaje y de su gente, de la soledad del camino, de la belleza de los atardeceres y de la inmensidad de una noche estrellada contemplada desde una carpa solitaria plantada en medio del campo.
Conocí a Alvaro en la ciudad de Trinidad horas antes de la navidad. Juan Francisco Carrizo que vive allí y que también a recorrido el país en bicicleta, fue avisado de que otro "colega" estaba en Trinidad. Inmediatamente salió a buscarlo para darle posada y para compartir con él la mesa de navidad junto a su familia.
Así los conocí en simultáneo al "Chino" Carrizo y a Alvaro el "uruguayo-gallego", que pocos días después visitaba mi casa en Paysandú para seguir luego rumbo a Salto.
Cuando llegue el mes de julio Alvaro debe regresar a España.
Para entonces conocerá mejor que muchos uruguayos el país que lo vió nacer y tendrá mil y una historia que contar a su regreso. Viéndo la aventura de Alvaro pienso ¿no será que la mayoría nos cargamos con tantas cosas que al final nos resulta pesado el camino? Quizás, para vivir la vida no hagan falta tantos bártulos...un par de alforjas,una bicicleta, el camino y las ganas de vivirlo.
Alvaro ¡¡¡ que tengas buenos vientos y buena ruta !!!