domingo, 10 de enero de 2010

UN LARGO REGRESO A CASA

En ésta entrada no hablo de reclinadas, pero si de una historia interesante que vale la pena compartir. Después de 33 años en España, éste uruguayo que partió a Madrid a los 13 decidió volver a casa... y recorrerla a puro pedal.   Alvaro es uno de esos amantes de la naturaleza que adora los espacios abiertos y  tranquilos que son escasos en las grandes urbes y que en el Uruguay abundan.

Resuelto a reencontrarse con lo que dejó hace años, tomó sus ahorros, metió en el freezer por 6 meses su trabajo de maquinista en una sala de cine de Madrid, y a bordo de una bici todo terreno está recorriendo el país.

Sin mucha logística y sin plazos perentorios que apuren su pedaleo, Alvaro Cardozo a tomado su viaje como lo dicta las "biblia" no escrita del cicloturista; disfrutar del paisaje y de su gente, de la soledad del camino, de la belleza de los atardeceres y de la inmensidad de una noche estrellada contemplada desde una carpa solitaria plantada en medio del campo.

Conocí a Alvaro en la ciudad de Trinidad horas antes de la navidad.  Juan Francisco Carrizo que vive allí y que también a recorrido el país en bicicleta, fue avisado de que otro "colega"  estaba en Trinidad. Inmediatamente  salió a buscarlo para darle posada y para compartir con él la mesa de navidad junto a su familia.

"Conozco lo que es la ruta, la soledad y el sacrificio del cicloturista, por eso aunque no sabía quien era salí a buscarlo para que viniera a casa"- explica Juan, con la sencillez de la gente bien nacida y acostumbrada a tender una mano al que llega. 
Así los conocí en simultáneo al "Chino" Carrizo y a Alvaro el "uruguayo-gallego", que pocos días después visitaba mi casa en Paysandú para seguir luego rumbo a Salto.

Cuando llegue el mes de julio Alvaro debe regresar a España.
Para entonces conocerá mejor que muchos uruguayos el país que lo vió nacer y tendrá mil y una historia que contar a su regreso. Viéndo la aventura de Alvaro pienso ¿no será que la mayoría nos cargamos con tantas cosas que al final nos resulta pesado el camino? Quizás, para vivir la vida no hagan falta tantos bártulos...un par de alforjas,una bicicleta, el camino y las ganas de vivirlo.
Alvaro ¡¡¡ que tengas buenos vientos y buena ruta !!!