domingo, 19 de febrero de 2012

CRUZAR LOS ANDES A PURO PEDAL


Martín Senatore es un mendocino que hace poco adquirió una reclinada HI-Bent con el propósito de cruzar la cordillera de los Andes.
Por razones de logística  no pudo concretar el viaje con su flamante BR, pero igualmente pudo cruzar la cordillera en una GT y aquí nos cuenta brevemente su aventura.

“Para mi -cuenta Martín- fue increíble y un éxito, el único problemas surgió debido a  que por temas de logística, no pude llevar la Hi-BENT.

 Salimos desde Mendoza a 800 MSNM el sábado a las 6:30 de la mañana y 120km mas adelante llegamos a Uspallata a las 13:00 con un sol que mataba y que nos obligó a refrescarnos varias veces en el Río Mendoza. Llegamos a 1700 MSNM.
El segundo día salimos de Uspallata a las 6:30 de la mañana rumbos a Los Andes (Chile).
El viento en contra no aflojó ni un segundo y en partes, solo avanzábamos a 4km/h.
Cuando habíamos avanzado unos 50km paramos en Polvadedas (acá viene lo bueno) nos juntamos con 3 amigos de ruta que también iban para Chile.... Charla va, charla viene, decidimos seguir los 5 juntos, Ariel y Yo, mas  Diego, Hugo y Leandro, nuestros nuevos compañeros de ruta.
En Penitentes paramos a almorzar y comenzamos a hablar de bicicletas y les conté mi amor por las reclinadas... y estos muchachos me contaron la suya.

En su crónica, Martín concluye, que apenas volvieron del viaje, los nuevos compañeros de aventura se llevaron su reclinada vieja con el fin de sacar el modelo y hacerle sus propias mejoras.
“Hugo es chapista y pintor y tiene un taller y crea distintos aparatos raros, entre ellos, tienen una super bicicleta para 4 personas con multiples amortiguadores.
“Ello se harán una reclinada para cada uno y así formaremos el Club de Reclinadas de Mendoza... QUE TE PARECE???? Ja,ja,ja.
Estan super enchufados y el lunes nos juntamos a diseñar las recli de ellos....

Al fondo de la toma los famosos "Caracoles" de la cordillera.
 Finalmente- concluye  Martín- el segundo día salimos a las 6:30 con TODO el viento en contra y recién llegamos a los Andes a las 23:00.

Al día siguiente salimos a las 10 de la mañana y las 15 ya estábamos en la playa, con lagrimas de la emoción  pero felices.
Estoy seguro que con este nuevo grupo de reclinados, haremos el cruce de la cordillera nuevamente.... pero ahora si reclinados.
¡Es una experiencia única y muy recomendable!