El interés que despiertan los trikes, parece confirmar la idea que estos simpáticos vehículos, son en muchos casos la puerta de entrada al mundo de las reclinadas.
Sus tres ruedas, desbaratan la natural desconfianza de aquellos que ven las reclinadas como bicicletas propias de malabaristas de circo.
La estabilidad que brindan, sumado al sentimiento lúdico que despiertan estas “maquinitas”, han impulsado a muchos fabricantes artesanales a realizar sus propios modelos. Este es el caso de Lucio Fernando Zubía, un argentino de 32 años que está cumpliendo el sueño de andar pedaleando panza arriba en el trike que ha fabricado con sus propias manos.
“En realidad –recuerda Lucio-, me “enganché” haciendo un tráiler mono rueda tipo los Bob Yak para llevar las cosas enganchadas en la bici, ya que más adelante tengo pensado ir a recorrer el sur argentino en bicicleta.
Cuando me encontraba viendo cosas en internet encontré éstas bicicletas que me parecieron fabulosas pero muy caras para mi presupuesto, entonces decidí armar uno por mi cuenta.
Con respecto a los planos del trike, les cuento que busqué mucho en Internet y conté con la ayuda de un compatriota llamado Rafael Rivera que muy amablemente me dio las fotos de su trike y entonces tuve lo necesario para empezar el proyecto.
“Les cuento que la fabricación la hice yo mismo con una soldadora eléctrica chiquita, una amoladora y un taladro.
El trike tiene una rueda trasera rodado26” y dos ruedas rodado 20” de BMX con mazas de MTB para frenos a discos mecánicos Shimano. Cuenta con 18 cambios, tres platos y seis piñones.
El trike tiene una rueda trasera rodado
El cuadro está hecho con un caño de 2 pulgadas con pared de 1.6 mm y el del tren delantero de 1 pulgada ½ con pared de 1.6 mm .
Los caños del horquillón trasero son de 7/8 de pulgada con pared de 1.6 mm .
Todavía no he terminado el trike porque aún me faltan los Cali per, pintarlo y emprolijar algunas cosas.
Lo he probado por el barrio y gracias a Dios solo tuve elogios, a veces cuando paso se escuchan risas, bocinazos y algún que otro ¡¡¡muy bueno loco!!!
Creo que todo el que tiene uno de éstos sabe a qué me refiero.
Mi intención es usarlo y probarlo bien por mi ciudad que tiene unas lindas bajadas, pero hasta que no le ponga los frenos, solo voy a pasear despacio por el barrio.
Como leí en el blog, a mí me pasa exactamente lo mismo, te ven como uno de esos locos (como perro verde).
Cuando voy a comprar alguna parte o repuesto en las bicicleterias del barrio, te miran raro ja,ja,ja,ja.
Bueno me despido agradeciendo a mi familia que me ayudan y me “bancan”, a los amigos y a todos esos que con solo saludar o tocar bocina te dan más fuerzas y ganas para seguir haciendo estas máquinas para ir en la vida panza arriba.”
Lucio Fernando Zubía
Lucio Fernando Zubía