domingo, 20 de octubre de 2013

NUEVA RECLINADA EN VENADO TUERTO


Enrique Demarchi
Venado Tuerto es una ciudad de la provincia de Santa Fé (Argentina), que se distingue no solo por la particularidad de su nombre, sino también por reunir a un grupo de entusiastas constructores artesanales de reclinadas, cuyas creaciones hemos presentado en este blog muchas veces. Enrique Demarchi, un polifacético constructor de éstas máquinas no presenta aquí su última creación, una elegante reclinada 20-26.


Pintada de un hermoso color azul, la nueva reclinada muestra su asiento de fibra de vidrio aún sin tapizar y su generoso manillar que se ubica delante de las rodillas del ciclista. Esta configuración es una de las que le resultan mas cómodas a Enrique y la está utilizando en sus últimas creaciones.

A Enrique se le encargó la construcción de esta reclinada, porque Cristian ya había probado otros modelos del artesano venadense y había quedado entusiasmado con estas máquinas.
Así nació esta 20-26 azul con doble suspensión que Enrique tuvo que proyectar con una distancia entre ejes de 1.22 m dado la estatura del futuro dueño.

El cuadro principal fue construido con tubos de acero de 44 mm, “el caño bajo asiento lo hice de 3 mm en remplazo del de 1,6  solo para no tener que reforzar el frente y aguante a la flexión y torsión” -comenta el constructor.
El puntal es de 44 x 1,6 y el telescópico  entra muy ajustado, ambos son de pared fina.
El caño contracurvado que se ubica atrás del asiento y le da un aspecto muy particular mientras parece “acomodarse" a al perfil del asiento, proviene de una bicicleta playera en desuso.
La suspensión trasera fue sacada de una bicicleta montaña.

Cristian posando con su flamante reclinada.

Las dimensiones de la nueva reclinada son: Distancia entre ejes 1,22 mts., altura de la caja pedalera 63 cms. y 58 cms. a la base del asiento. Corona doble de ruta de 52-38 dientes y piñón de 7 coronas.

El constructor testeando el comportamiento de la nueva reclinada antes de entregarla a su dueño. Enrique logró en esta reclinada, que la línea de la cadena no esté "quebrada" por ninguna rueda -guía que quite energía a la tracción del ciclista. La cadena sale del plato hasta el piñón sin ningún "quiebre" cosa que no siempre se consigue sin sacrificar la altura del asiento  o planificando muy bien la ubicación de la suspensión trasera.











Cristian Zarich tiene ahora una reclinada para disfrutar por calles y caminos de Venado Tuerto.

Gracias Enrique por el material que me enviaste. ¡Hermosa reclinada! ¡Felicitaciones! y que Cristian la use mucho para que otros al verlo se contagien de esta locura de andar pedaleando con los pies para adelante. 

Sandro Rivero