jueves, 2 de enero de 2014

UNA RECLINADA PARA ALCANZAR UN SUEÑO.

Bautizó su reclinada (KATATREPA) como un viejo trabalenguas que le enseñaron sus primos cuando niño, y hoy este argentino radicado en Santa Fé nos cuenta la experiencia de hacer su propia recli.
Con la ayuda de algunos amigos, Luciano Delfino(25) se construyó su recli inspirada en los modelos que enseña a fabricar Rodrigo Martín en su blog Taller de Reclinadas. Con ella piensa  comenzar un viaje que lo lleve a Chile pasando la cordillera, y luego remontar América del Sur pasando por Atacama, Bolivia, Perú, Ecuador, atravesar el Amazonas para seguir subiendo por la costa brasilera hasta Venezuela, Colombia y  Centro América. Así cuenta su historia.

La "presentación" de los distintos componentes de la reclinada en el taller de Bin.  https://www.facebook.com/labincicleteria?fref=ts

Cuando le pregunto a Luciano como conoció las reclinadas me dice; "Cuando me vino a la mente viajar en bicicleta. Averiguando en una bicicletería, el empleado me nombró las bicicletas recumbentes, luego fue google y tiempo!
Ël recuerda el comienzo de su proyecto de la siguiente manera- la “Katatrepa” (como le llamo a mi reclinada), nació a partir de un modelo visto en internet que fabricó un español, basándose en el reciclado de un cuadro de montan bike.

Detalle de la "prensa" hecha en madera para mantener alineado el caño principal y el ángulo del soporte de la horquilla delantera.

 Comencé con la ayuda de mi amigo Bin quien tiene una bicicletería y me regaló el cuadro para que lo corte y empiece con el proyecto. La primera soldadura de la estructura la hizo  Bin con una soldadora eléctrica y luego de frenar la construcción por un tiempo, decidí  soldarla con  una Mig y no con eléctrica . Varias cosas que leí y que hablé con otros constructores me decidieron por este sistema. Así conocí el taller de AMET (de Alejandro Sedran que vive en córdoba).


Con el cuadro “presentado” con unos caños de prueba y pegado con cinta aisladora y un plano, me presenté en el taller en donde él se encargó de hacer las soldaduras.
Luego seguiría haciendo la construcción en ese taller, entablando una amistad con Alejando y con sus hijos y sobrinos, quienes se entusiasmaron con el armado de la bici tanto como yo!


Emiliano Sedran (hijo de Alejandro)en plena tarea de fabricar las roldanas para guiar la cadena.

Me gustaría- me dice Luciano- agradecer a Alejandro (Propietario del Taller ARMET), ya que él me enseño mucho dejándome trabajar y utilizar todas las herramientas en su taller. Al terminar la reclinada no quiso cobrarme y encima me dijo algo que me quedó muy grabado, "con esto, vos estás haciendo lo que muchos quisiéramos hacer pero no nos animamos. El agradecimiento también quedó grabado a fuego en el cuadro de la reclinada como lo muestra una de las fotografías de arriba.


Tres etapas de la reclinada. El cuadro recién soldado, Luciano sosteniendo la recli recién parada sobre sus ruedas ylas primeras pruebas a cargo de Emiliano.

EL ASIENTO DE LA RECLI


El marcado de los listones de madera para luego ser cortados.
Por mi parte, me dediqué al armado del asiento en madera, haciendo unas columnas de madera aglomerada que reciclé en un tacho de basura y a las que sumé unas tablas de la parrilla de una cama que me dio mi amigo Yogui. Cometí el error de armar el asiento y hacerle todos los detalles de pintura sin tener idea de como lo colocaría en el cuadro y si funcionaría. 


Así  fue, que luego de ponerlo en la bici y hacer la primera prueba, el asiento se quebró justo en las columnas de madera aglomerada que no resultaron muy  resistentes.Esta es la parte de la bici que me dio más trabajo.

Después, Alejando me regaló un pedazo de fenólico que  hizo cortar por un carpintero con la misma forma del anterior.
Así armé la segunda versión del asiento con columnas de fenólico. Ese asiento resultó una maravilla y es el que está puesto actualmente en la bici.
Un vez armada la estructura y con la ayuda de mi amigo Bin, hicimos  los ajustes de frenos, cambios, cadena, etc… en el Taller Popular de Ciclomecánica  SUIPACHA (un taller de bici abierto y popular para el conocimiento libre, donde se  enseña y se aprende a reparar las propias bicicletas; de quien quiera sentirse libre y con autonomía para andar en bici).

Cuando estuvo lista  le fui haciendo retoques como un acolchado para el asiento, apoya cabezas, colocar porta caramañolas , un dínamo hecho con un motor de una impresora que me regaló Tomi, además de unas luces caseras para que prendan con el dínamo, entre otros detalles.


PROBANDO LA KATATREPA.

Cuando estuvo todo listo  con  Bin y César, organizamos una salida al Pan de Azúcar,  un circuito muy utilizado aquí en Córdoba.
El camino es agreste, de tierra y cuesta arriba, lo que suma varios condimentos como para poder probar el aguante tanto de la bici como el mío. Yo nunca hice ciclismo como deporte-dice Luciano.


Esa experiencia fue muy, muy buena para notar la comodidad del asiento de la reclinada. No tuve dolores en la espalda, ni muñecas, brazos o cuello. Si comencé a notar dolores en  una de mis rodillas y que tenía que hacer mucha más fuerza para subir que con una bici convencional. En cuanto a la estabilidad – cuenta Luciano- le agarré la mano, aunque de todas formas creo que se complican un poco el manejo en  los caminos muy agrestes, con pozos, ripio, arenilla y además cuesta arriba. En algunos momentos por estar subiendo lento y esquivando piedras perdía la estabilidad y terminaba casi por caerme.



RECLINADA + TRAILER
Otra cosa que noté de la bici (en mi caso conjunto de reclinada con un carro mono rueda), es que todo el conjunto es bastante más pesado y engorroso de maniobrar si lo tienes que arrastrar caminando con la bici al costado.  
También es un problema estacionarlo en algún lado sin contar con una pata, (por lo que unas de las modificaciones imprescindible para mi opinión ,es agregarle una pata para que pueda sostener todo el conjunto).


MANEJAR LA RECLINADA
Algo que me parece increíble y hermoso de andar en la reclinada es la sensación al manejar.
En mi caso preferí un manubrio bajo el asiento con cuernitos para mejorar la postura de las manos. Al manejar siento una sensación de mucha libertad al tener un panorama muy completo de todo el frente y los costados y del cielo inclusive.

CARRO MONO RUEDA
Otra cosa a destacar, si bien no es propia de la reclinada, es la elección del carro mono rueda, el que le compré a unos chicos de Río Cuarto, que hacen un modelo muy parecido a los Bob Yack, con amortiguador. El comportamiento del carro junto con la reclinada me pareció excelente!

LA KATATREPA EN CARRETERA.
La segunda experiencia fue más rutera y de mayor alcance. Viajé de Córdoba a  Santa Fé, unos 350 km que hice en 5 días, pedaleando un promedio de entre 60 y 70 km por día. Nuevamente la comodidad de ir en reclinada es destacable. 
Varios días pedaleando,  me sirvieron para notar los dolores en el tendón de Aquiles, pero no fue una limitación para seguir el viaje.


Cada tanto tiempo paraba a estirar los músculos y luego seguía. La experiencia de viajar en la ruta con la reclinada durante varios días fue muy gratificante! Para quienes todavía no se animaron a salir con una bici a la ruta (sea o no una reclinada), quiero decirles que le pierdan el temor porque fue más la generosidad de los vehículos y personas a lo largo del camino, que los pocos vehículos que me pasaron muy cerca o que no respetaron mi andar. 
LA MIRADA AJENA
Siempre me gusta preguntarles a los reclinados, cuál es la reacción de los otros al verlos y Luciano me cuenta ; muchas sonrisas, más de niños! Algo mágico que sale espontáneamente de los niños...y a renglón seguido recuerda algunas manifestaciones: 

- "Así cualquiera!"
- "¡¿y va cómodo el loco!"
- "me la vendes!!"
-"ey amigo, préstame una vuelta!!"

-Como voy con la reclinada y un carro, otros muchachos me dijeron bien claro: "a nosotros no nos mentís... ahí llevas fernet!!" pero fue más por el carro que por la reclinada creo...

VIVENCIAS ÍNTIMAS
Por último nuestro reclinado reflexiona, "creo que vivir la sensación de viajar al ritmo que uno quiera y sienta en  cada momento es impagable. 
Disfrutar de que me sobrevuelen las aves lentamente a mi paso.Ver las vacas curiosas de las estancias que te siguen atentamente cuando pasas (también sorprendidas de ver una reclinada), al igual que los caballos que desde la tranquera te acompañan trotando. Robar sonrisas a niños y grandes, son momentos y detalles que hacen mágico el estar en movimiento por las rutas, mas allá de que lo hagas en una reclinada o no.
Por último, le sumo lo que para mí es una sensación muy plena de satisfacción. Estar rodando sobre la Katatrepa era parte de un sueño y ahora está rodando en las calles! Para mi, no solo es andar sobre una reclinada, sino que es andar sobre un sueño.
Sandro, te mando un abrazo bien fuerte!
Comentarios:
Como no pude hacer el comentario a través del blog te lo envío a tu correo.
Para el amigo que ha fabricado esta hermosa reclinada quiero felicitarlo. Veo que está intentando ver como para la reclinada junto con el trailer mono rueda, mi experiencia de haber realizado travesías con bicicleta btt y trailer, me llevaron a tener el mismo problema y lo solucioné de una forma sencilla. Al trailer le coloqué una pata para ruedas rodado 20 que van colocados en el eje de la rueda y se apretan con la miasma tuerca que apreta la rueda. Para la bicicleta, como algo rudimentario puedes usar un palo de escoba que se puede apoyar en el cotado del respaldo del asiento o igual debajo del asiento;en una bicicleta convencional hemos utilizado un palo igual pero lo apoyamos debajo del sillín da muy buen resultado, espero mi experiencia les pueda ser de utilidad, suerte.-
Jaun Fco. "Chino" Carrizo Flores.-Trinidad-Flores-Uruguay.-