Si conoces el historial de mi blog, ya estarás al tanto del “curriculum” de ENRIQUE DEMARCHI. Diseñador Gráfico, dibujante, pintor, amante del automovilismo deportivo, incansable inventor de cosas diversas , insustituible colaborador de mi página y objeto de muchísimas consultas.
Desde que descubrió las BICICLETAS RECLINADAS, ha sido víctima del embrujo variopinto de este mundillo tan singular como diverso que lo ha llevado a estudiar y experimentar con muchas de sus modalidades.
Con una envidiable energía productiva, Enrique ha fabricado bicicletas y trike reclinados y en este caso, he rescatado unas fotografías que esperaba turno adormiladas en la penumbra de un pendrive para compartirlas con ustedes. Lo conecté y apareció esta reclinada nacidas en su taller.
Enrique probando su ONIX en las calles de su barrio.
Parte trasera de la reclinada. Sin suspensión, para descartar peso y ganar en sencillez.
Un recurso que Enrique suele repetir. Un pequeño resorte que mantiene la rueda delantera alineada con el cuadro de la reclinada. Alguna vez se lo pregunté y me contó que le era muy útil para cuando debía sacar la reclinada por lugares estrechos donde debía maniobrarla desde el respaldo del asiento para sacarla a la calle.
Parrilla trasera también fabricada en casa.
La reclinada y dos alforjas construidas con bidones de plástico. La ONIX, una reclinada con promesas de viajes.