domingo, 26 de abril de 2020

UNA RECLINADA CON PROMESAS DE VIAJE


Si conoces el historial de mi blog, ya  estarás al tanto del “curriculum” de ENRIQUE DEMARCHI. Diseñador Gráfico, dibujante, pintor, amante del automovilismo deportivo, incansable inventor de cosas diversas ,  insustituible colaborador de mi página y objeto de muchísimas consultas. 

Desde que descubrió las BICICLETAS RECLINADAS, ha sido víctima del embrujo variopinto de este mundillo tan singular  como diverso que lo ha llevado a estudiar y experimentar con muchas de sus modalidades. 



Con una envidiable  energía productiva, Enrique ha fabricado bicicletas y trike reclinados y en este caso, he rescatado unas fotografías que esperaba turno adormiladas en la penumbra de un pendrive para compartirlas con ustedes. Lo conecté y apareció esta reclinada nacidas en su taller.



Enrique probando su ONIX  en las calles de su barrio. 


Parte trasera de la reclinada. Sin suspensión, para descartar peso y ganar en sencillez.

Un recurso que Enrique suele repetir. Un pequeño resorte que mantiene la rueda delantera alineada con el cuadro de la reclinada. Alguna vez se lo pregunté y me contó que le era muy útil para  cuando debía sacar la reclinada por lugares estrechos donde debía maniobrarla desde el respaldo del asiento para sacarla a la calle.


Parrilla trasera también fabricada en casa.

La reclinada y dos alforjas construidas con bidones de plástico. La ONIX, una reclinada con promesas de viajes.