lunes, 28 de junio de 2010

PROMOCIONANDO LAS RECLINADAS

En su número de junio la revista BICI CLUB ha publicado un artículo de 3 carillas dedicado a las Bicicletas Reclinadas.
La revista, tuvo la deferencia de reproducir el texto que le enviara a modo de borrador en donde intenté aportar un poco de información para aquellos que no conocen nuestra forma de disfrutar el ciclismo, así como las particularidades de éstas máquinas.
A nuestro amigo Juan Francisco Carrizo, (nexo imprescindible entre nosotros y la revista ), al señor Armando Irazábal Director de BICI CLUB y a su equipo de colaboradores, muchísimas gracias por la difusión y por la apertura mental capaz de dar cabida a ésta disciplina desconocida para el gran público del ciclismo. 

La tapa de BICI CLUB  de junio donde aparece el artículo referido a las bicicletas reclinadas.
Lo que sigue son las páginas donde aparece la nota.

lunes, 21 de junio de 2010

"LA SURUBÍ" UNA RECLINADA DE TRACCIÓN DELANTERA


Luis Schmeil vive en Ramos Mejías, provincia de Buenos Aires, tiene 35 años y ha tenido la generosa actitud de compartir la experiencia de su proyecto con los lectores del blog.   Este argentino amante del ciclismo, se ha fabricado una reclinada 26-26 con tracción delantera, inspirando en los modelos Cruzbike. Convencido de las ventajas ecológicas de su transporte, Luis recorre más de 30 km diarios hasta su trabajo. Aquí te presento su historia contada por el mismo.
“Desde chico me apasionaron las bicicletas, y cuando tuve mi primera “Cross” siempre la vi como un medio de transporte eficiente, barato y más práctico que andar en transporte público, además de usarla por diversión o placer.
A los 13 años me hice amigo de Jorge (un bicicletero), quien heredó el oficio de su padre que trabajó por más de 60 años en el rubro.
Con Jorge aún conservo la amistad y fue con él con quién aprendí el oficio.
Hasta los 20 años practiqué ciclismo de ruta (sí, en esas bicicletas en la cual vas agachado y “clavado” en el asiento, ja ja).
A fines de 2008, buscando en internet una alternativa en asientos por los dolores de trasero, di con las reclinadas y se abrió un nuevo panorama que renovó mi pasión por las bicis. Cabe destacar que hago casi 30km todos los días en bicicleta para ir a trabajar.
Después de meses de trabajo con mi amigo Jorge y tomando como referencia la Cruz Bike, dimos a luz a “La Surubí”:  
La premisa fue: Que fuera lo más económica posible, con piezas de bicicletas convencionales y NADA de soldaduras.
Entonces le compré a mi hermana una bicicleta vieja con cuadro de aluminio. Estaba como ahora: fea de aspecto (por eso el nombre de Surubí), pero en buenas condiciones.
Lo primero fue conseguir una vaina trasera con caja pedalera. Fuimos al fabricante de cuadros y él nos regaló esta pieza.
 La fijación la hicimos como se ve en la foto, con una planchuela doblada en el contorno del caño de horquilla. Tuvimos la suerte de que éste era largo y no tuvimos problemas para sujetar la caja de dirección. Con un tornillo sujetado a lo que sería la grampa que ajustaría el asiento en nuestro pedazo de cuadro quedó bien firme.
También tuvimos que abrir la horquilla, ya que la rueda trasera, ahora como rueda delantera, tiene una masa más ancha. No fue difícil ya que es de hierro y con un eje trasero suelto y los mismos conos (que son de acero) la fuimos abriendo de a poco.
Las dos masas tenían cierre rápido, por lo que tuvimos que cambiar los ejes de ambas por ejes convencionales “traseros” para que nos diera la medida.
En la rueda trasera, tuvimos que poner unos suplementos al eje para no doblar las vainas (que son de aluminio)

Los frenos a balancín los cambiamos por V-Brake ya que el cable no cruzaría por la “potencia”.
Este fue un primer intento:
 
 El “stein” (potencia) es la base de una horquilla vieja que tenía suspensión y con la ventaja de que tiene dos “agarraderas” fuertes para lo que eran los barrotes que sujetaban la rueda. Allí sujetamos un manillar que no era otra cosa que un manillar de carrera cortado en dos. 
El asiento era un problema a resolver todavía.
 Luego de algunos fracasos con este formato, era molesto pedalear con este tipo de potencia, muy ancho, se nos ocurrió otra cosa:
Cortamos el caño central de nuestra horquilla-potencia y lo usamos como se ve en la foto. Lo que lo une a la horquilla es una potencia vieja cortada, del cual usamos solo la parte de sujeción a la horquilla. El caño largo que sube de la potencia y sujeta el “stein” original con el manillar, lo sacamos de unos hierros viejos (es increíble lo que uno encuentra en una bicicletería con más de 50 años). Los resultados fueron excelentes.
El asiento en un primer intento fue una parte de un asiento “banana” de una bicicleta vieja que luego con madera y una espuma que se usa para embalajes como relleno le dimos forma
Luego de probar la posición durante algunos meses y romper la sujeción del asiento, lo modifiqué un poco, siempre usando el mismo caño de asiento original.
A simple vista parece rígido pero tiene un material firme y a la vez acolchado. 
Para que el asiento quede firme tuve que hacer un agujero en el medio del cuadro (cosa a la que me negaba) y pasarle un tornillo con tuerca. Pero quedó excelente.
Para concluir. Al principio tenía reservas con la tracción delantera. Empecé andando de a poco, algunas veces mis piernas iban para un lado y mis brazos para otro, y se me torcía la dirección. Es como cuando uno aprende a andar por primera vez en bicicleta con el agravante de que ya tenía otras costumbres, entonces hay que quitar el viejo paradigma.
Pero en muy poco tiempo me acostumbré y hoy le doy uso urbano, si, en medio del tránsito y en cualquier calle me muevo con tranquilidad y confianza. Y mi espalda y mi trasero me lo agradecen.
Nota de redacción:
Luis me ha autorizado a publicar su dirección de correo con el fin de evacuar alguna duda con respecto al proceso de fabricación de "La Surubí".
El mismo es luisito2319@hotmail.com . También existe un video en Youtube en el cual se lo puede ver a tripulando su bici con total comodidad y control.
Lo puedes ver en: http://www.youtube.com/watch?v=3A5T9NuA8d8

viernes, 11 de junio de 2010

CURIOSA RECLINADA

Si alguien no debiera sorprenderse ante una bicicleta rara, deberíamos ser los ciclistas reclinados, ya que nosotros mismos somos vistos como “extraños” por el resto de la gente, cuando montamos nuestras bicis.
A pesar de eso, también nosotros nos pararíamos a mirar esta extraña máquina si la encontráramos en la calle.
Sorprende gratamente la inventiva algunos diseña- constructores que se revelan ante la estética de las bicicletas tradicionales, a pesar de haber estado “sometidos” a tantos años de ver el mismo concepto en ciclismo.
Estas fotografías me fueron enviadas por un amable lector del blog y quería compartirla con ustedes.
Con un largo entre ejes llamativo, platos a ambos lados del cuadro  y reenvíos de cadena, además de una extraña estética, esta reclinada hace pensar en una recumbent construida aparentemente en aluminio, aunque también podría haber sido pintada color plata.



Los logos en el cuadro, así como algunos detalles muy bien terminados me hacen pensar en que es obra de una fábrica, o de un artesano muy habilidoso  que ha reunido partes de bicicletas logrando esa curiosa apariencia.

Si tienes mas suerte que yo en ubicar el origen y  algún otro dato referidos a esta recumbent por,  favor haz tu aporte al pie de esta entrada o a mi correo.

Lo que si es seguro, que el señor de la foto seguramente dispondrá de una amplio lugar donde guardar su cómoda reclinada.

domingo, 6 de junio de 2010

TRIKES: VIAJAR EN TRES RUEDAS.

En éste post les contaré mi primera experiencia con un trike. La viví éste sábado al acompañar a un amigo cicloturista de Trinidad, que estaba buscando un vehículo reclinado con el cual emprender otra de sus travesías por el país. Luego de 230 km y en un día espectacular de sol, llegamos a la ciudad de Tacuarembó donde nos esperaba Sergio Afonso, titular de la firma BTR dedicada a la construcción de bicicletas y triciclos reclinados.
Por Sandro Rivero

La impresión que me produjo el trike a primera vista fue la de un pequeño coche de carreras a pedal.     El trike diseñado y construido por Sergio Afonso, presenta un perfil bajo y agresivo, con un asiento rematado por un arco similar a la barra anti vuelcos que recuerda a la de los monopostos de competición.
Al sentarte, la sensación de comodidad es inmejorable y al tener a la vista las dos ruedas 20 pulgadas y los pedales a disposición, la invitación a echarlo a correr es inevitable.
A espaldas del piloto, una generosa y robusta parrilla remata el conjunto, prestando excelente servicio al ciclista para cargar alforjasbolsas del supermercado, libros o una caja de herramientas.

Su baja altura – que no sobrepasa la ventanilla de un coche- obliga a utilizar un mástil de fibra de vidrio con un banderín que alerte de su presencia en medio del tránsito.

Creo que el trike es la puerta de entrada al mundo de las reclinadas.  La seguridad de sus tres ruedas, aleja el miedo que le puede producir a algunos, la aparente inestabilidad  de las reclinadas de dos ruedas.

La seguridad de estos aparatos es increíble. Los giros a velocidades peligrosas son un juego divertido ya que cuenta con dos potentes frenos de discos capaces de detener el vehículo en seco y sin que piloto tenga que salir volando convertido en superman.
Un trike te devolverá a tu lejana infancia y en caso que en tu casa haya niños o jóvenes, deberás negociar con ellos para que te lo dejen usar un poco.
Si con suerte te lo prestan, podrás hacer largísimos paseos con todos los beneficios de una reclinada y despreocupándote del equilibrio.

Un cicloturista se reclina.

Juan Francisco Carrizo, oriundo de Trinidad (departamento de Flores), es un apasionado cicloturista y reciente descubridor del ciclismo reclinado. Luego de haber recorrido el país en dos travesías estaba en la búsqueda de un vehículo cómodo y confiable.  Aquí aparece a bordo del tike BTR  con el fondo de la Laguna de las Lavanderas, en torno a la cual, año a año se celebra "el Festival de la Patria Gaucha en Tacuarembó.


Viajó invitado por Sergio Afonso con el objetivo de probar un trike de BTR y quedó fascinado.

Para esa actividad, el cicloturismo, los trikes tienen múltiples ventajas.

► Su baja altura sobre el suelo les asegura una excelente penetración aerodinámica ya que el por regla general  el flujo laminar del aire sobre el asfalto es más débil a pocos centímetros sobre la calzada. El trike "navega" esa zona de relativa calma, potenciando su velocidad final y ahorrandole  energías al ciclista.

►La carga de alforjas que normalmente complica la estabilidad del cicloturista, en un trike cuenta solo como peso, porque sus tres ruedas aseguran estabilidad tanto parado como en marcha.

►Juan Francisco podrá detenerse a admirar el paisaje, tomar fotos, consultar un mapa, o atender una llamada al celular sin bajarse del vehículo.

Llegado el caso, hasta podría hacerse una reparadora siesta a la sombra de algún monte de eucaliptos a la vera del camino sin siquiera bajarse del trike.

►La robustez de su construcción es una garantía para quien se haga al camino confiando en  una de éstos triciclos.
►Si se presentara algún inconveniente, Juan Francisco sabe que éstos trikes uruguayos han sido diseñados y construidos utilizando materiales accesibles y reparables en cualquier parte sin requerir mano de obra especializada.
Esto no es un dato menor para un ciclista que visita pueblos pequeños y transita parajes solitarios en sus travesías.

►Si hay necesidad de transportarlos, estos trikes se acomodan fácilmente en el montacarga de un automóvil o en la bodega de un ómnibus.
►Por último, el trike facilita la socialización del cicloturista.

Este vehículo que llama la atención de la gente, incluso más que una bicicleta reclinada de dos ruedas, le incrementará notablemente a Juan, su natural facilidad de relacionamiento con la gente.  
Vale recordar que un cicloturista no solo sale al camino a conocer lugares sino a relacionarse con la gente que los habita.
Un viajero a bordo de un trike cargado de alforjas es un imán para los habitantes de cualquier lugar que ve en estos Quijotes del camino, la materialización de esos sueños viajeros que todos tenemos.

                     Trikes hechos con pasión
Sergio Afonso a quién me he referido en otras entradas de  este blog, es un apasionado del diseño y construcción de vehículos reclinados. Ingeniero mecánico, detallista y paciente, Sergio no ve las horas de que la gente aprecie las bondades de este tipo de vehículos.
En realidad, al igual que yo,  no entiende que los prejuicios de la gente, los obliguen al sacrificio inútil de hacer un ciclismo anti natural, cuando las bicicletas y trikes reclinados aportan soluciones muy superiores en rendimiento y comodidad.
En su taller, se alinean herramientas y matrices diseñadas para la fabricación de´sus creaciones y la oportunidad fue propicia para que Sergio nos explicara cada detalle de la fabricación de sus máquinas.
"Ningún trike es exactamente igual a otro, porque cada uno se personaliza de acuerdo al uso y al gusto del usuario"- nos comenta. 
Sergio Afonso  intercambiando pareceres con el cicloturista trinitario respecto a las modificaciones a aplicarse en el próximo trike viajero.
Con esa política, el cliente es consultado y asesorado  sobre color de su reclinada, sistema de dirección, color de las llantas, diseño del asiento, así como los accesorios y detalles con que contará el vehículo.
Un trike BTR es la suma de experiencia acumulada mas los requerimientos del ciclista. El objetivo final es que el usuario experimente la sensación de conducir un trike de forma cómoda,segura y placentera por muchos años. 

Luego de disfrutar de un  espléndido día y recorrer Tacuarembó en trike y en la bicicleta reclinada de BTR, nada mejor que un plato de pastas para reponer fuerzas.El tema de conversación obligado ...las reclinadas como no podía ser de otra manera.  
De izquierda a derecha: El cicloturista Juan F.Carrizo y a la derecha Sergio Afonso el constructor de la marca mencionada.