jueves, 18 de junio de 2015

RECLINADA CON ASIENTO AMORTIGUADO

Si alguien quiere “tirarte abajo” las reclinadas”, la crítica –entre otras- seguramente vendrá por éste lado.   ¿Y cómo hace para subir cuestas si no puedes pararte en los pedales?
O la  otra. ¿ Y cómo amortiguas los baches si tu bici no tiene amortiguasión y tu no puedes levantarte del asiento?


No sé si esos serán los planteos que le hicieron a Lito, o si  la solución nació simplemente de su necesidad de viajar más cómodo, pero aquí está su trabajo y solución.

La ausencia de amortiguación en las reclinadas responde fundamentalmente a dos razones. Primero, simplificar el cuadro de la bici sin complicarse con el recorrido de la cadena ni piezas móviles.

Y  segundo, no agregarle peso innecesario a la reclinada (en el caso que esto nos importe). Al amortiguarla, debemos tener en cuenta el peso que le agregamos con la colocación del  amortiguador o elastómero, los anclajes y un perno donde pivotea el horquillón trasero. 

Cuando se diseña una reclinada con amortiguación trasera, se debe prestar atención, en que la oscilación de la horquilla no haga rozar la cadena en alguna parte de la bici, (cuadro, asiento, manublrio, etc).


Nada de esto será necesario si tu actividad se desarrolla por rutas con buen piso, pero cuando los caminos son malos, una  amortiguación trasera contribuye mucho al confort del andar reclinado. Todos sabemos que nosotros no podemos amortiguar los pozos parándonos en los pedales mientras flexionamos nuestras piernas como los ciclistas "normales" ;por eso, no es raro que muchas veces se aceptemos "cargar" peso en una suspensión a cambio de viajar más cómodo.

Lito, éste incansable defensor y constructor de reclinadas que vive en el barrio de Moreno en Buenos Aires, se las ingenió para dotar de amortiguación a su reclinada larga de una forma un tanto original.
En este caso, Lito Pérez, en lugar de amortiguar la rueda trasera de su reclinada larga, lo hizo directamente en el asiento de su recli.

Algo parecido a ésta solución, la recuerdo en algunos viejos tractores agrícolas, que al no contar con amortiguadores en sus ruedas, alivian al conductor de los impactos del terreno, poniéndole suspensión a su butaca.

Cuatro bieletas móviles atornilladas al cuadro acompañan la oscilación del asiento de arriba abajo.
El resorte que amortigua el asiento de la reclinada  se ubica directamente bajo el mismo.


Cuando le pregunté a Lito si su  asiento amortiguado afectaba en algo su pedaleo en la reclinada, me explicó.
-"En el pedaleo no se nota diferencia alguna, aparte en éste cuadro flexiona el tuvo principal por el diseño largo de la bici.
Se suaviza el andar y todos los baches del camino.
El resorte tiene aproximadamente 5 cm de suspensión, rebota pero no golpea el cuerpo.
Además corrí el eje del manubrio hacia adelante, para no volcarlo y mantuve la altura entre el asiento y la pedalera.
Es muy cómoda y rápida al andar –termina explicando Lito.

Desde esta página nuestro aliento al constructor bonaerense por estar siempre buscando soluciones para las reclinadas que construye y compartirlas con todos nosotros. Pueden visitar su blog picando aquí.    http://litobike.blogspot.com/

martes, 9 de junio de 2015

Crónica reclinada: PEDALEANDO ENTRE BICIS TRADICIONALES

Por. Fabián Gómez
Fabián Gómez (50), es un profesor de educación Física que se hizo construir una hermosa bicicleta reclinada (Stylebike) con el objetivo de seguir haciendo ciclismo sin sufrir por sus problemas de columna.  Aquí, este deportista santafesino, nos cuenta la experiencia de participar en una prueba cicloturista de la cual tomaron parte mas de 130 ciclistas tradicionales.

-"Luego de haber retomado el entrenamiento -dice Fabián-, después una lesión en la rodilla que me tuvo unos cuantos meses sin pedalear y totalmente adaptado a mi bici reclinada, decidí participar en un evento cicloturístico en una ciudad cercana.

Alberto Alvez, María José Beltrán, Fabián Gómez y Giorgina Colom
Con unos amigos de nuestro grupo “Mortal Bike” y mi esposa nos dirigimos hacia allí, en una madrugada fría de junio a las 5:30 hs. Con el amigo Beto alistamos  el porta bicicletas en el techo del auto, y allí mi reclinada ocupó por primera vez ese lugar. En cuestión de una hora y media estuvimos en la ciudad de Marcos Juárez, prov. de Córdoba.

La neblina hizo lento el viaje, pero habíamos salido con tiempo suficiente.
Sabíamos que el recorrido ciclístico era de 65 km por ruta y nos esperaba el desayuno.
Para la fiscalización del evento nos agasajarían con una rica “paella”, tal como había sucedido en otra oportunidad en la que habíamos asistido en  2012. En en esa oportunidad yo participé con mi bicicleta convencional pero ahora era diferente.
Sé que por esta zona las reclinadas son muy escasas, así que con seguridad sería la única en medio de las convencionales. Todavía -dice Fabián - no me he acostumbrado a ser el centro de todas las miradas Como sabemos, el común de la gente, incluido a los ciclistas,  no están acostumbrados a este tipo de bicis , así que te miran como bicho raro. 
La reclinada de Fabián aguardando la partida.
Durante el desayuno algunos colegas se acercaron a mirar y a fotografiar la bici.
Algunos más interesados preguntaban sobre su fabricación y algún que otro detalle. Para mi sorpresa, un conocido quiso que le dé el número del fabricante y otro ciclista se acercó para comentarme que en varias oportunidades él mismo había fabricado algunas reclinadas como hobby, pero la mayoría la miraban de lejos. 

Para el momento de la pedaleada a las 9 hs, el clima se presentaba frío y ventoso.
Los primeros 35 km fueron con una leve bajada y el viento a favor, lo que hizo que no me costara mucho seguir al pelotón que por  momentos llego a marchar hasta 30 km por hora.
Dado mi estado físico, ese momento fue algo importante para mi, ya que en mis entrenamientos apenas superaba los 25 km/h. pero sabía que esa velocidad de ida la pagaría a la vuelta con viento en contra y en subida. 
Durante todo el recorrido siempre hubo alguno que se me acerco para preguntar algo sobre la reclinada. Preguntaban sobre su comodidad, la influencia del viento o por curiosidad se arrimaban para comentar algo. Luego de un breve descanso en la localidad de destino, entre refrigerio y fotos emprendimos  el regreso.
Como había supuesto, el retorno sobre la misma ruta fue duro para mí y en la mitad de la segunda parte se me hizo difícil seguir al pelotón.
Si bien por diferencia de altura me tapaba bastante bien el viento de frente, se me complicaba el avance cuando estaba a 45º y no tenía nadie que me cubriera. Tranquilo, a mi ritmo y bastante agotado completé el recorrido de este primer cicloturísmo con la reclinada, junto a más de 130 ciclistas convencionales. 

Por mi parte, me siento contento de haberme reintegrado nuevamente  a esta actividad deportiva recreativa.
Si bien terminé cansado por el esfuerzo físico, mi problema de columna no se hizo sentir más que lo habitual, sobre todo teniendo en cuenta que fueron 70 km de ruta, que en una bicicleta convencional sea de mountain bike o de ruta, nunca lo podría haber realizado, ya que las molestias que sufriría al otro día serían importantes.
Ahora me queda seguir entrenando con vista a próximos eventos y algún que otro desafío importante".
¡¡Gracias Profe por la experiencia
y la crónica de lo sucedido!!

Fabian Gómez, 50 años. 
Casilda, prov. Santa Fé, Argentina.

Un artículo anterior con la presentación de la Stilebike de Fabián lo puedes ver picando aquí.

viernes, 5 de junio de 2015

RECUMBENT CON ASIENTO DE MADERA.

Para aquellos que fabricamos reclinadas por el solo gusto de hacerlas y luego disfrutarlas, es común que al cabo de un tiempo, en nuestro taller se  junten piezas y partes de antiguos proyectos.
También están los amigos, que sabedores de nuestra “locura”, aparecen  con sus bicis viejas en un magnánimo gesto de “contribuir con la causa”.

Claro está, que ninguno de ellos admitiría  que en realidad ya no sabían que corno hacer con ellas, despues de comprobar que las bicis no son milagrosas y que allí, quietitas en un rincón, no les harían bajar la panza ni haciendo vaca con San Antonio.
Sabedores de todo eso, aún así las "donaciones" para  nosotros seguirán siendo oro en polvo.
El caso de Enrique Demarchi es algo distinto…el sale a buscar el "oro en polvo" y así lo cuenta. 

-Este cuadro de bici esta reformado-comienza diciendo Enrique-.
Originalmente perteneció a Alexis quien junto con Ricardo Peña la construyeron hace unos años.
Un día decidieron desarmar la bici, guardar los componentes para otra y dejarlo descartado. Al ver que lo iban a tirar se los pedí.
Así fue que lo rescaté... le modifiqué la distancia entre ejes haciéndolo mas corto, le cambié el ángulo de la horquilla y coloqué un nuevo tubo de frente y el telescópico de la caja pedalera. Luego reforcé el cuadro con un caño inferior de 25,4 mm, uniendo el frente de dirección con el pivote de la horquilla trasera. De esta manera quedó un cuadro con doble caño como estructura principal de la recumbent.

Fernando Zarich

Luego se lo obsequié a Fernando Zarich (hijo de mi primo). El decidió pintarlo de negro y luego lo decoramos ploteando ambos lados.
Fernando se abocó a la construcción de un asiento de madera, copiando la forma principal de uno de los de fibra de mis reclis.
 Haciendo una estructura con terciado fenólico de 10 mm (nervios) pegó y atornilló sobre la misma la base del asiento en terciado común, terminando el trabajo con varia manos de barniz.
A esta 20 26 le coloque un bajo manillar, algunos componentes usados y otros nuevos y ya esta rodando.
La estructura principal es de caño de escape de 44 mm., un refuerzo inferior que ya nombré en caño de 25,4 mm, quedó con una distancia entre ejes de 1,22 metros, y si bien en la foto no figura la probamos con una rueda de moto rodado 20,5 pulgadas que en la llanta azul de acero calzaba muy bien.
Hay armonía en su diseño, el ploteado es asimétrico en ambas caras y de distinto color. Quedo bien alineada y como es su costumbre Fernando la conduce sin las manos en el manillar la mayoría de las veces.