sábado, 6 de agosto de 2011

AL FIN DEL MUNDO EN UN TANDEM RECLINADO HECHO EN CASA

Leonardo González es un cicloturista de las Pampas argentinas. Entre sus viajes ha recorrido Ushuaia, la carretera Austral en chile, El Calafate, el glaciar Perito Moreno, Río Turbio y Puerto Natales.
-“Eran años de poca plata y vacaciones largas- según recuerda-, y en uno de estos maravillosos viajes, aparece una recumbent rodado 26, modelo CONDOR, ...era una nave, venía como un tren, en pleno ripio! y de ahí empecé con el asunto de las recumbent, averiguando, mirando la inmensa biblioteca de fotos y sitios que hay en Internet. Me empapé de recumbent”.

Leonardo, antes de su reclinada formaba parte de un grupo de cicloturistas denominados KOSTEN AIKE, quienes deciden organizar una bicicleteada al Faro de Cabo Vírgenes, “ lugar realmente hermoso y hostil en cantidades iguales”. 




-“El asunto es que junto a un gran amigo, empezamos a construir la bicicleta, en BUENOS AIRES ( yo estudiaba y trabajaba allá).
La hicimos con un caño de 2 pulgadas de diámetro y 0.25 de espesor, que era el que encontramos en el fondo de su patio. El diseño fue un tema, porque me tocó a mí hacer los dibujos. Lo que me resolvió todo fue hacer un "colage", recortar y pegar pedacitos de otras bicicletas recumbentes. Noté que no hay muchas con doble amortiguación, adelante y atrás, que sean TANDEM. Y me jugué entero con esa idea, la mayoría de los caminos lindo son en ripio  así que me dije ¡hagamos algo que aguante!


La terminamos como para poder probarla y llevármelo al viejo en la recumbente hasta Cabo Vírgenes!
El plan se cayó porque decidieron hacer los 120 km  EN UN SOLO DIA!..y ahí se bajó mi viejo, pero se subió Anibal...
La inmensidad de la pampa argentina y el frío reinante son una invitación inevitable para tomar un café caliente antes de continuar camino.

Aunque suene mal y  agrandado, la bici quedó perfecta, la terminamos un sábado a la noche y el domingo viajé (otra gran historia) en avión, por LAN, sin pagar exceso de equipaje a pesar que la bici pesa 28 kg. y mide como 4m!
El viaje inaugural de la "PIPILOSTORI", así la bautizamos, fué desde Río Gallegos, hasta Cabo Vírgenes, más o menos 120 km...y un poco más...
Antes, durante y después hicimos salidas cortas, de 20, 30 km como para sentir la bici un poco mas en rutas de asfalto, es decir ver como le afectaba el viento.


Acá en Río Gallegos es un lugar de mucho, realmente mucho viento, el record del aeropuerto fue de 240 km/h...pero siempre siempre te sopla una brisa al menos.

Otro tema fue ver como frena!!!...en una parte de la ruta tenés la sensación de ir MUY MUY rápido, y realmente no quisimos llevarla al limite por que cuando quisimos frenar la primera vez nos quedamos sin frenos.
Literalmente se desgranaron, luego cambie de patines por unos bien largos y eso fue totalmente diferente, pero el tema es que a cierta velocidad, a mas de 78 km/h, la fuerza de los frenos es poca, y demoras mucho en frenar.
En su  momento pensé en ponerle discos hidráulicos...pero era un trabajo reformar las vainas, cambiar mazas, etc, etc y no tenia ganas ni tiempo para dedicarle a ese tema.
Llegamos la ajustamos, la probamos, le pusimos las alforjas con termos y alfajores, y salimos en malón hacia Cabo Vírgenes. 


La bici naranja, con los tripulantes en sendos mamelucos y gorras naranjas, repartiendo cafecito y alfajores en marcha...al cafeee cafeeee! decíamos y nos miraban incrédulos... en fin, reinaba la alegría, y la buena onda como siempre, ayudando a los mas rezagados, o los que pinchaban. Ivamos de "vagón de cola" cerrando el grupo.
El camino es muy malo, el peor que recuerde en mi vida. El clima siempre fue terriblemente frío y muy ventoso...yo ya lo conocía de haber ido a pasear, son 120 km de ripio desde Río gallegos.

Un tema aparte fue el estado del ripio...calculo que fueron 80 km CONTINUOS DE SERRUCHO...se nos salían los pies de los pedales de tanto saltar! la bici ni mella tuvo!, atrás y adelante las amortiguaciones funcionaron perfecto, lo único que jodió un poco hasta que le agarré la mano fue la cadena y el tensor.


La cadena tan larga flameaba en medio del serrucho del camino...entonces a veces se salía, pero luego de ajustar el tensor quedó bien.

Si me preguntas, ¿las recumbentes roban en asfalto? si, pero en ripio hay que pedalear duro y es otra historia. Creo que ese camino fue el peor del mundo en serio, porque por allí pasan miles de camiones petroleros....y nunca está bien.

Finalmente Leonardo dice, “ en BICICLUB me publicaron una notita de la bici y del viaje. Básicamente, el espíritu de todo es: animarse, jugarse por sus sueños! despabilar a los pibes de un pueblo, y que digan ...¡pero si ese pudo hacer esto, yo también puedo!
El grupo de ciclistas que acompañó el tandem reclinado en su travesía al sur.

Para conocer detalles de la construcción del tandem reclinado de Leonardo González puedes cliquear aquí.