miércoles, 25 de agosto de 2010

En la imagen de las reclinadas ¿LA PINTA ES LO DE MENOS?

Cuando la idea que “todo entra por los ojos” parece más arraigada que nunca. En tiempos en que el marketing decide la supervivencia o el funeral de un producto en el mercado, llama la atención la sobriedad casi “monacal” con que los principales fabricantes de bicicletas reclinadas presentan sus productos.
Las marcas líderes, a lo sumo pintan sus cuadros en dos tonos, uno para el cuadro en sí y otro para las horquillas trasera y delantera, mientras colocan sus logos tan discretamente que parecen estar disculpándose por hacerlo.
Quienes conocemos por internet éstos vehículos, admiramos la calidad y terminación de sus modelos, pero nos llama la atención, la espartana monocromía con que presentan sus recumbents.

¿Tendrán la misma impresión aquellos que simplemente las ven como aparatos raros destinados a gente estrafalaria?

¿La sobriedad en de las reclinadas querrá significar que “no necesitamos pintarrajear nuestras bicis para llamar la atención? ¿O tendrá que ver con los costos del proceso y el número de bicicletas a pintar?

Concientes de las bondades de una reclinada podríamos contentarnos haciendo hincapié en sus virtudes funcionales, pero ¿qué pasa con los potenciales usuarios que desconocen esas bondades y tienen que ser seducidos por “la imagen” del nuevo y extraño producto?



Si fabricantes de un artículo masivamente conocido como las bicicletas tradicionales, se esfuerzan en presentar sus modelos con llamativos diseños en la pintura para captar la atención del cliente, ¿no sería necesario el plagio de esa política comercial para que las reclinadas, dejen de ser los patitos feos del mundo del ciclismo?
No quiero atribuirle únicamente a la pintura el protagonismo de catapultar las reclinadas al gran público, pero tal vez, una presentación moderna del producto les ayude a ganar una segunda mirada en el escaparate de las bicicletería.

La marca gala "Zockra" ha demostrado un vivo interés en la apariencia de sus veló couché. La fábrica francesa aplica cuidados diseños en todos sus modelos. ¿Será un camino a seguir para popularizar las  reclinadas?
Es posible que nuestra reducida “cofradía” de reclinados no tenga demasiado interés en expandirse.    Para muchos, poseer una reclinada los convierte en “exclusivos” y eso cobra un gran valor en un mundo en que casi todos pueden tener lo mismo por obra y gracia del consumismo global.
Mientras las bicicletas tradicionales siguen torturando traseros y entumeciendo muñecas y cuellos por todo el planeta, no sería raro que muchos quieran seguir disfrutando a sus anchas de la exclusiva sensación de pedalear reclinados.
En tal caso, no conviene reclutar nuevos adeptos.  ¿Para qué avivar tontos?… ¿para qué mostrarle que además de raras, cómodas y veloces, las reclinadas también pueden ser bellas y llamativas?  
En este punto, creo firmemente que el interés de los usuarios no es compartido por los fabricantes.       Los primeros disfrutan las singularidades de formar parte de un club selecto, mientras los fabricantes seguramente aspiran aumentar sus ventas en el mercado.
No hace mucho, recuerdo haber leído a un colega reclinado, que manifestaba su firme intención de abandonar las reclinadas el mismo día que éstas se masificaran y el perdiera la “notoriedad” que conseguía pedaleando una recumbent.
Como a lo mejor puedes pensar igual que él y sobre gustos y opiniones no hay nada escrito, aquí tienes tu espacio para enriquecer este post con la tuya. ¡No dudes en hacerlo!

Comentarios llegados a mi correo:
27/08/2010

"Creo que los fabricantes no han tomado conciencia de que si las reclinadas fueran pintadas con colores combinados podrían tener más ventas; no creo que pintándolas con más colores aumente su precio.
Sin duda que si se preocuparan por hacer las reclinadas de varios colores tendrían más venta, además al haber más interés por parte de los compradores se podrían bajar los precios de estas máquinas.
Voy a ver si entro a la página de las reclinadas y me puedo comunicar con los fabricantes para hacer esa sugerencia, quien te dice que por ahí aparezca algún loco que me dé pelota; suerte y un abrazo para ti y tu flia".

Juan Francisco Carrizo
Trinidad-Uruguay

27/08/2010

"No, mi querido, la pinta no es lo de menos. Tampoco lo es todo, como los publicistas, etc., te quieren hacer creer. Pero no es en absoluto lo de menos. ¿Conocés a alguien que mire mujeres feas? O que diga "qué feo ése auto, me lo voy a comprar". O que piense "esa pilcha es horrible, justo para mí" o que vaya a salir con sus amigos o su pareja o su familia y no se mire en el espejo y se acomode el pelo (quien tiene), o la ropa que tiene puesta, porque LA PINTA NO ES LO DE MENOS.

Por eso insisto en que los locos que nos dedicamos a las reclinadas deberíamos hacer un esfuerzo porque nuestra creación sea linda. Y a vos que sos Reikista mi obligación como Maestro es decirte que cuando uno se esfuerza por hacer algo bien hecho lo que hagamos tiene valor espiritual agregado, un corolario del "Trabaja Duro" de Usui. Cuando se trabaja a la marchanta, para ver qué sale, o se trabaja con el clásico "ta más o menos, ta bien" de muchos artesanos uruguayos, lo que hacemos carece de valor espiritual. Claro que esto te lo digo a vos que podés entenderme. En mi vida he hecho unas cuantas cagadas, pero nada de lo que hice, ya fuese en mi trabajo o en las cosas que hice por hobby, fue hecho sin poner todo lo que podía de mí en lo que estaba haciendo. Quizá me quedaron enseñanzas de mis abuelos que siempre decían "Si lo vas a hacer, hacelo bien, si no lo vas a hacer bien, ni te molestes". Claro, los viejos venían de Europa y creo que traían otra manera de ver y hacer las cosas, y en ese sentido nunca se "acriollaron"
 Bueno, amigo, un abrazo.

Germán Barbato

Paysandú- Uruguay

29/08/210
Estimado Sandro:
La inquietud es buena. La coloración podría ayudar, pero, ¿a qué?, si las reclinadas tienen todo lo que no poseen las bicicletas convencionales. Detesto efectuar la comparación que consta a continuación, más, es necesaria: ¿Qué impresión te generaría mirar un vehículo clásico, posiblemente de origen británico, pintarrajeado al más puro estilo pop de los años setenta del siglo pasado? No, Sandro: las reclinadas, ante todo tienen sobriedad y ese es uno de sus mayores atractivos.
Cordiales saludos.


Gonzalo  Falconi
 Ecuador

30/08/2010
"Si la pinta es lo de menos o no..."
Como diseñador dejo mi opinión: cualquier producto que se quiera vender en el mercado tiene que ser agradable, estar bien diseñado, nombre de la marca, logo, isotipo, la pintura o decoración van a determinar la elección por este, ante otro similar que no este bien presentado... También le podemos sumar la caja... el moño...la calco... o en que "vidriera" se exhiba y otros "etc, etc" agregados a su entorno.  Pero también hay otra parte muy importante:
El producto es necesario? es útil? es practico? es bueno?


Esto es determinante también en cuanto a la colocación en el mercado... a veces compramos cosas "agradables" y no sirven "para nada". Hay empresas publicitarias que se dedican a revender aunque sea por única vez, productos que están ocupando un lugar en el galpón de almacenamiento, porque no se pudo vender todo el stock.
En el tema de las reclinadas creo que la buena presentación, diseño, y buen gusto influye bastante, como cualquier producto.
En cuanto a las bondades, utilidad, practicidad también se tienen que dar a conocer publicitariamente... pero al final... el usuario... el comprador va a ser determinante cuando logre comparar las ventajas o desventajas, por lo tanto esto también influirá en la compra o decisión hacia un nuevo cliente.
Enrique Demarchi.
Venado Tuerto-Argentina