Hay vidas marcadas por vocaciones claras e incuestionables. Otras donde la vocación es el camino, el viaje, la incertidumbre incomprensible para los sedentarios, de no saber donde tenderas tu cama al final del dia. Eso, que aterraria a cualquier mortal , es la rutina de un viajero perenne como el que visitó mi casa en estos días.
JAVIER SALAS, argentino, licenciado en Hotelería y turismo, es uno de esos viajeros permanentes a los que el viajar se le ha transformado en vida desde que tenía 16 años. Javier llegó a casa atado de ese lazo insondable y maravilloso que tengo con Enrique Demarchi. Ambos son amigos de Venado Tuerto - Santa Fe - Argentina. Javier llegó y llenó la casa de anécdotas, imágenes, pensamientos y buena onda. Contagia toda la aventura y las vivencias de un viajero que desde su adolescencia ha recorrido el mundo a golpe de pedal. Javier es un adicto a los paisajes y a la gente que los habita. Sociable por naturaleza, maneja algo más que los 4 idioma que domina, la empatía con el otro es sin duda una de sus principales virtudes.
Ingresando a territorio uruguayo despues de haber pasado por el puente internacional Gral. Artigas desde la Argentina.
Javier en los días próximos recorre toda la costa sur uruguaya para ingresar luego a Brasil por el Chuy. Después recorrerá todo el brasil subiendo hasta el norte del gigante sudamericano.
Fiel a su estilo de vida, Javier es el hombre que la incertidumbre del camino no lo altera porque hace mucho que se amigó con ella. Igual que con la soledad, aunque es una persona super sociable, admite llevarse muy bien consigo mismo. Son muchas horas de camino y de acampar sin otra persona que yo mismo… por eso el viajero valora tanto la gente que encuentra en el camino como la inevitable convivencia con el mismo.
Que el camino te sea propicio viajero de los vientos!!
En la foto, Javier dedicandome el libro SE MAS VIAJERO QUE EL VIENTO.
Pueden seguir a Javier salas en Instagam: javieroinfinito